Para Isidora, la criada de oficio, la honrosísima mujer
La violencia de las horas, César Vallejo
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1991: Vivo en Mitteleuropa, ex Imperio austro-húngaro, Trieste, Italia, al lado de la dulce Slovenia. Empieza la guerra en ex Yugoslavia: las fuerzas armadas prohíben pasar la frontera ítalo-yugo de un día para otro. Solía cruzarla a menudo para sentir el Adriático desde la otra ribera. La frontera siempre encontró reposo en mi piel. La frontera es mi cordón umbilical. Guerra y fin de mi relación con un bisexual italiano. Maledetti Toscani. Anorexia. Deseaste el mismo sexo y me hice tu andrógina.
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37 kg: para curarme frecuento en Trieste el piano del Abdus Salam International Center for Theoretical Physics. Toco obsesivamente el mismo nocturno de Chopin 7 horas diarias. A veces duermo al pie del piano. Mi refugio. Los físicos, silenciosos y abstractos, vienen a escucharme a escondidas durante el día. Dicen que mi música les hace bien. Algunos se quedan cerca. No necesitamos hablar. Con mis dedos curo las guerras. Un día, se me acerca un físico cuántico oriundo del Perú pidiéndome una sonata de Beethoven. No le tocaré su Claro de Luna: no tengo aprecio por el período mediano de Ludwig. Mi única brújula es Chopin, ahora y siempre.
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Perú: un país que solo había visto en cine: no me atraía. No me gustaban las alpacas, menos los andes. Soñaba con Río de Janeiro y Buenos Aires. Pero la física cuántica tiene muchos encantos. Así que decido abandonar Tri(e)ste para seguir al sujeto peruano hasta su país, donde entonces había que cuidarse del cólera. Mal augurio para una mujer que aquí llaman «europea», por lo tanto «liberal», y por supuesto «puta», acaso «lesbiana» porque ¡uy! «feminista», qué plaga. Vaya licenciosa vida, señorita. Me siento de pronto heredera de las visitadoras transatlánticas que ejercían en la Lima borbónica. ¿Me mandarán al Beaterio de Recogidas de la Purísima?
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Es en el Perú donde, por primera vez, descubro que soy blanca, en el Perú donde, por primera vez, se construyó la clasificación racial del mundo y perdura. Estoy en la Lima de un Pueblo No Muy Libre con una familia de clase media media. Consigna: dormir lejos del amor hasta el matri porque —¡ay, Virgen!— hay que aparentar ser virgen. Amén. Así que durante los primeros días me asignan un cuarto single con cama single. Toda una doncella. ¿Será la salvación de mi alma? Me enfermo. Pero que alguien me diga dónde estoy. Aquí estoy y no me quedaré. Mi cuñada llora y llora porque le rompo los cánones de la moralidad made in Perú, mi cuñada que muy virgen llegará al matrimonio. Y para colmo soy atea. Cuando decidas mirarme a los ojos con la ternura que te conozco, verás que nos hermanan el sol y el horizonte.
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Y encima él (supuesto novio), hombre cobre, alto y delgado, fácilmente asimilable a un habitante de Nueva Delhi, debería someterse, con la benevolencia de mis servicios, a mejorar la raza, como dicen las abuelas que coronan la familia: más blanco el Perú, mejor. El jabon Nevex siempre es útil porque contiene partículas extra-limpieza. Universalízate con una blanca y mejorarás no solo la raza sino también tu estatus social. Lo universal te hace más blanco. Piel negra sobre piel blanca. Amo tu piel negra sobre la mía. Los mejores besos son de color canela.
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Mientras tanto veo que la familia de clase irremediablemente media trata con abundante desprecio a las empleadas domésticas que vienen a la casa para: cuidar nuestro jardín, limpiar nuestra ropa sucia, plancharla, preparar nuestra comida, lustrar los pisos, limpiar nuestros cuartos, baños y patios, sin saber leer ni escribir, y si yo me atrevo a invitarlas a mi mesa para almuerzo o cena, si me atrevo a practicar una actividad deportiva con una de ellas, la máxima autoridad de la casa, o sea la cuñada, me recuerda con urgencia que esas cosas no se hacen, no, no, no, no hay que darles demasiada confianza sino te faltan el respeto y te roban. Así que me choco y me choco contra esa feudalidad o colonialidad criolla-morocha que no me ama por lo que soy sino por lo blanca, francesa y europea que soy, y no me soporta por tener sexo sin unión oficializada o por no llevar sostén cuando salgo a la calle.
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Descubre el Perú y vive la leyenda. Mira, te vamos a explicar una cosa: aquí, en Lima, se ve mal salir a una fiesta sin sostén bajo la ropa porque los pezones pueden erguirse y notarse. ¿O sea?
TÚ ME QUIERES VIRGEN
TÚ ME QUIERES SANTA
TÚ ME QUIERES COLONIZADA
TÚ ME TIENES HARTA
Bienvenida al Perú. Dicen que hay un Perú para cada quien. El Perú es una gran marca y todos estamos invitados a ser sus embajadores http://www.peru.info/
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Toda mujer es prostituible. Las europeas son tan jodidas en el Perú como las latinas en Europa. Todas Pampayrunas. De acuerdo con un estudio elaborado por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), un alto número de peruanas, muchas de ellas menores de edad, caen en las redes de mafiosos dedicados al tráfico sexual que las obligan a la prostitución en países de Latinoamérica, Europa, Estados Unidos y Japón.
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Las peruanas (no todas) parecen fáciles pero ojo: aunque las veas caminar con minifalda, muchas no pueden ni siquiera abrir las piernas donde el ginecólogo, me decía una amiga doctora. Igual ahí las tienes en mini bailando salsa catre: mamacita linda te la quiero meter y sonríen y sonríen orgullosas y felices. Muchas llegarán vírgenes al matri o harán finta de. En todo caso harán de todo con su cuerpo premarital: penetración anal (+ anilingus) para las vírgenes, penetración vaginal para las otras. Con un poco de suerte, sentirán un orgasmo no sexualmente estimulado. Para eso está el jean apretado tan preciado. La prenda te inicia al orgasmo clitoridiano como nadie. Y encima ocurre cuando caminas por la vía pública.
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Con la bendición de las vírgenes, sus futuros esposos podrán ir a descargarse en las putas durante el noviazgo. ¡Qué linda sociedad! Además, algunos de ellos, de la clase burguesa, se iniciaron con las empleadas domésticas de la casa. ¡Qué linda sociedad! Muchas empleadas quedaron embarazadas, pero vagina de empleada es vagina de proletaria es vagina de puta: no vale, no cuenta. Solo cuenta la novia vestida de blanco —pos himenoplastía— digna de ser respetable y por lo tanto preñada como Dios manda. Muchas mienten sobre el estado de su virginidad para estar seguras de ser aceptadas por el novio que por cierto nunca se enterará que su propiedad privada hizo diez veces el amor antes de conocerlo. Algunas otras subastan su virginidad, como lo hizo la peruana Gracia Yataco León a sus 18 años, al ofrecer su tesoro a la venta por internet: Gracia, que vive junto a su madre y su hermano menor en una precaria vivienda del barrio de San Diego, en el empobrecido norte de Lima, promete que no entregará su virginidad por menos de 6,500 dólares. La madre de Gracia es solidaria. Según ella, no hay problema porque si no hay amor, no es un problema vender la virginidad. Para Gracia, no es tampoco un problema perder la virginidad siendo soltera porque mi madre aguardó al matrimonio y luego fue abandonada. Todos los hombres son machistas y no nos respetan. Por lo menos a Gracia nadie la obligó al celibato. Supo hacer la guerra en campo del enemigo que la quiso encerrar y ahogar porque mucha libertad daña, sobre todo si es sexual. La virginidad de Gracia es la libertad de todas. Tomen ejemplo señoritas. Saquen un máximo provecho de lo que se les impone. ¿Me quieres ver como puta? Pues bien, soy puta y tupamara. Interioriza. Te sientes liberal cuando te ven como tal. Mis únicas aliadas en el Perú, mis cómplices: las ancianas de la familia. Hoy beso sus arrugas, señoras, porque en ellas pude descansar: con un guiño del ojo te preparan una cama matri en fase prematri. Dios las bendiga. Por fin una burbuja de oxígeno en medio de tanta cucufatería sin santería porque ojo: este hogar es católico. Y, tarde o temprano, oirás la siguiente pregunta: ¿y la guagua es para cuándo? Porque, como ya les dije, hay que blanquear la raza.
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Así lo quiso mi cuñada al escoger un alemán (por supuesto blanco) como gancho para salir de Qué lindo es mi Perú e irse a Alemania (llorando porque él no tenía estudios superiores y porque ella temía que la vieran como prostituta o aprovechándose de un europeo) aunque sea en un pueblito perdido en el campo donde la mitad de la población es protestante, pero qué importa. Es más: mejor acercarse a los protestantes cuando eres una católica peruana: las católicas alemanas no llegan vírgenes al matri pero muchas de las protestantes sí, así que ciertos lazos se crean entre fundamentalistas católicos peruanos y protestantes alemanes. Aleluya. Así que la cuñada en cuestión se quedó decepcionada con el Vaticano que no logra imponer la virginidad a las católicas europeas pero sí a muchas peruanas. ¿Por qué te creíste ese cuento querida? ¿Acaso te arrepientes de haber tenido que quedarte virgen hasta los 33 años? ¿La virginidad se puede vender? ¿Vendiste la tuya?
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Pero por fin, abandonada tu profesión y tu Pueblo No Muy Libre, puedes dedicarte de lleno a tu libertad: tu esposo y el hijo que juntos concibieron y qué alegría para toda la familia: el vástago que engendraste es blanco. Aleluya. Tanto querían mejorar la raza. Lo lograron. El Perú es una gran marca. Ven a vivir la leyenda. Tu hijo, crecido en Europa, es ya mayor de edad y sueña con conocer el país de su madre. El verano pasado viajó a Lima después de contestar a este anuncio por Internet: hola, soy una chica linda, limpia, amable, amorosa, complaciente y quiero vender mi virginidad ANAL. Por motivos personales quiero 7000 dólares americanos, estaremos juntos por cuatro horas, así que tendrás todo el tiempo para gozar de mí. Si te interesa respóndeme a este correo María0712, escríbeme y te mando mi foto.
Publicado en la revista LIMA GRIS n. 7