Para prevenir la propagación aún mayor de la violencia y la desesperanza, la Unión Europea necesita nuevas alianzas que atraviesen fronteras nacionales y una reorganización radical de sus instituciones en pos de una mayor igualdad económica. Por Etienne Balibar, Judith Butler, Eric Fassin, Costas Douzinas, Slavoj Zizek…
La reciente elección de Syriza en Grecia ofrece un vibrante soplo de esperanza para el futuro de la democracia social y económica en Europa. No obstante, al mismo tiempo el crecimiento del nacionalismo de derechas amenaza los ideales de una Europa plural y democrática, avivando fuertes sentimientos racistas y antisemitas. Aquellos informes de los medios que malinterpretan la importancia del creciente apoyo electoral a Syriza como el surgimiento de la extrema izquierda deben ser confrontados de la manera más enérgica. Actualmente no hay simetría entre el llamado «extremismo» de la izquierda y la derecha. Los esfuerzos por desacreditar el llamado enfático a la justicia económica, tanto en Grecia como en España (Podemos sumó el 8%) como «populista», «antieuropeo», o como «escepticismo» tergiversan su alcance e importancia política. Estas victorias de la izquierda radical no pueden ser comparadas con el ascenso del Frente Nacional en Francia y del UKIP en Inglaterra, el fortalecimiento de partidos antisemitas en Grecia y Hungría, o el crecimiento del populismo anti-inmigración en Bélgica y Dinamarca.
El ascenso de la derecha «euro-escéptica» responde con plataformas claramente racistas a las políticas de austeridad y las nuevas formaciones demográficas. El ascenso de la izquierda, en cambio, propone una crítica conciente y una alternativa articulada a las desigualdades sociales y económicas generadas por las políticas de austeridad. Para prevenir la propagación aún mayor de la violencia y la desesperanza, la Unión Europea necesita nuevas alianzas que atraviesen fronteras nacionales y una reorganización radical de sus instituciones en pos de una mayor igualdad económica. Un gran debate público debe ser puesto en marcha para discutir el futuro de la Unión, el papel de la solidaridad y la justicia social y el significado contemporáneo de la idea de Europa. El éxito de un debate público democrático depende, sin embargo, de la verdad y la transparencia en la representación mediática de los movimientos políticos y sus reclamos. Exigimos que se preste la debida atención a la diferencia entre las objeciones políticas a la austeridad que buscan acrecentar la desigualdad y aquellas que persiguen una mayor igualdad. Sólo entonces podremos ver más claramente en qué medida el propio futuro de la democracia está en juego.
Etienne Balibar, Joanna Bourke, Wendy Brown, Judith Butler, Drucilla Cornell, Simon Critchley, Jodi Dean, Costas Douzinas, Eric Fassin, Engin Isen, Chantal Mouffe, Jean-Luc Nancy, Toni Negri, Micael Lowy, Sandro Mezzadra, Bruce Robbins, Jacqueline Rose, Eleni Varikas, Hayden White, Slavoj Zizek
- Lire le texte en français : Extrême droite, gauche radicale: des contestations foncièrement divergentes
- Read in English : Left intellectuals' Statement on May European Elections