Billet de blog 4 octobre 2024

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Cédric Lépine

Critique de cinéma, essais littéraires, littérature jeunesse, sujets de société et environnementaux

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FBAL 2024 : entrevista con Gonzalo Javier Zapico codirector de "Imprenteros"

La película "Imprenteros" realizada por de Lorena Vega et Gonzalo Javier Zapico hizo parte de la selección de los documentales en competición de la 33a edición del Festival Biarritz Amérique Latine 2024. Esta entrevista se hizo entre Gonzalo Javier Zapico, Cédric Lépine y Juan Antonio Ferrari.

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Lorena Vega y Gonzalo Javier Zapico © Alejandra López

Cédric Lépine: En tu película me parece muy interesante la relación entre la máquina y los hombres y las mujeres, se da como una incorporación de la máquina, esto lo veo en varios movimientos corporales que aparecen. Podrías hablarnos de esta relación entre máquina y cuerpos, eso es algo que te mueve para hacer la película.

Gonzalo Javier Zapico : Si, pero algo de eso lo heredé. De alguna manera heredé algo que ya empezaba a suceder en la obra de teatro, porque la obra de teatro es anterior a la película. Entonces, todo lo que ellos planteaban de esos movimientos, de esa coreografía, ya era parte de la obra. Lo que si intentamos durante la película, o yo intente, es poder transmitir o tratar de contar esas máquinas casi como si tuvieran vida. De hecho muy sutilmente cuando se ven las máquinas en el sonido hay un corazón que late. También hay algo de la máquina como  representación de algo que avanza y que no se detiene. Eso de alguna manera es el espíritu del grupo, de seguir y no detener. Yo en chiste les digo que ni siquiera la pandemia los detuvo. Detuvo las funciones de la obra pero ellos siguieron con la misma energía y la trasladaron al quehacer del libro. Entonces, eso del movimiento, del trabajo independiente, de cómo ir acomodándose a los vaivenes de la economía argentina y demás me parecía interesante. Y también hay algo de un homenaje de mi parte a la clase trabajadora argentina. Contrario a lo que antes de la entrevista hablamos, lo de las IA, todavía existen trabajos artesanales, que se hacen con las manos, que se toca la tinta o el papel. Algo de todo eso a mi me parecía importante que quedara registrado.

Juan Antonio Ferrari : Una pregunta que me hacía al ver el documental es: si ya existía la obra de teatro, ya se estaba haciendo un libro, todo con un espíritu catártico, de como poder llevar estos procesos de la pérdida de un padre, de no poder entrar a una fábrica, por qué surgió la idea de hacer un documental por encima de eso?. Y tambien me gustaria saber si vos sentiste que también estaban aportando a ese proceso catártico de los tres hermanos, o si fue solamente, como vos decis, un homenaje de tu parte.

G. J. Z. : Bueno, fue un poco y un poco. En principio el libro y el documental aparecen a partir de la pandemia. Porque ellos tenían pensado editar el texto de la obra y las fotos, pero era algo que venían hablando nada más. Cuando llega de golpe la pandemia y se cierra todo, y se cierran las funciones, que un poco es lo que cuenta la peli, ahí los hermanos comienzan a plantearse hacer el libro, se dicen: si siempre nos quejamos por la falta de tiempo, ahora que nos sobra el tiempo por que no hacemos el libro. Ahí yo comienzo a hacer un registro de algunas cosas, de las primeras conversaciones de ellos, yo tenía la cámara y filmaba varias cosas. Recién cuando ellos me dicen que van a tener una reunión con Gabi Halac es que me doy cuenta que el libro va a ser una realidad, que lo van a hacer. Entonces yo hablo con ellos para preguntarles si les parece que yo pueda seguir filmando, que me dijeron si, y ahí contactamos al productor, a Alejandro Israel. Productor que, en un principio, para nosotros estaba sobrecalificado. Porque en principio era una película chiquita, filmada en mi casa, con mi mujer y mi hijo, y nos parecía que él era muy “top” para lo que nosotros estábamos haciendo. Lo llamamos con la idea de que él nos recomendará a quien podíamos llevar este proyecto y él nos dijo que él lo quería hacer, porque él vio la obra y le había encantado. Recién en ese momento empezamos a tomarnos más en serio la idea de hacer el documental. Desde el principio tuvimos en claro que el hilo conductor iba a ser el recorrido del libro, desde que se comenzó a pensar hasta que se imprimió, pero también nuestra idea era contar, como dijimos antes, el trabajo de los grupos independientes. Otra cosa que teníamos en claro era que las tres piezas tenían que ser independientes unas de otras. Que vos pudieras ver el documental sin haber visto la obra, que el documental tenga su vida propia y se entendiera, y que no fuera lo mismo que la obra. Allá en buenos aires hay mucha gente, como la obra ya lleva 6 años, y el documental lleva meses, muchos se preguntaban si el documental solo era la obra filmada, y la verdad que no, son cosas muy distintas, de la misma manera el libro también es distinto. Uno puede agarrar el libro y ponerse a leer sin haber visto la obra, sin haber visto el documental. Y eso lo pensamos mucho. Si después ves el documental y te dan ganas de ir y comprarte el libro, perfecto, pero que no necesites de lo otro para poder ingresar a la historia.

C. L. : Me gustaría también conocer cómo fue tu trabajo con Lorena. Para ella es su primera vez en la dirección de una película, vos ya has dirigido pero films de ficción. También me gustaría saber si para ustedes dos la esperanza de hacer algo nuevo, de crear esta experiencia, está relacionada a un tiempo de crisis, como se ve por ejemplo en las iniciativas cooperativas después de la crisis del 2001, como también aquellas que aparecen después de la crisis del covid. ¿Ves esta experiencia con Lorena, que también es la actriz del proyecto, como una manera de experimentar una manera de contar frente a una crisis?

G. J. Z. : Con Lorena estamos juntos hace 18 años, de hecho nos conocimos trabajando. Ella estaba haciendo una obra de teatro y necesitaban de alguien que haga un registro, ahí entre yo y nos conocimos. Después con el tiempo nos hicimos pareja y tuvimos un hijo. Y ya habíamos hecho juntos dos cortometrajes y un largo donde ella trabajó como actriz y yo fui el realizador. Pero cuando empezó a avanzar lo de imprenteros, medio por defecto, entendíamos que iba a ser una codirección, porque ella era la autora de la obra, la actriz principal, es su historia y la de sus hermanos. Estaba claro que la dirección iba a ser compartida. Y creo que de alguna manera eso hizo que para mí fuera fácil de filmar. Siempre estuve solo con la cámara y, al ser ellos mi familia, ellos se juntaban a hablar, yo estaba ahí y ni les importaba. Así logramos un nivel de intimidad que si hubiera sido otro realizador, o si hubiéramos filmado con un equipo, no se si hubiera funcionado de la misma forma. Nosotros nos vemos todo el tiempo, que estuviera yo con una cámara no modificaba esa confianza. Como decía antes, nosotros ya veníamos haciendo cosas juntos, no era nuevo esto. Lo que sí, esta vez se artículo de esta manera porque era la historia personal de ella, la obra ya existía, y, aunque obviamente estaba mi mirada, se hacía necesaria la mirada de ella.

C. L. : La película empieza con una película familiar, y luego poco a poco se va abriendo a una obra de teatro, a un libro. Vos recién hablaste del espíritu de la compañía, pero también está el espíritu del padre, pese a que no esté en la imagen, es muy importante. Puedes hablar de eso, de hacer un diálogo con una persona ausente.

G. J. Z. : Si, también hay algo de eso en la obra de teatro, a nosotros nos interesaba mucho hablar de él, de los vínculos entre hermanos, entre padres hijos, entre madres hijos, hijos madres. De hecho, hay un cortometraje anterior, que yo dirigí y en el que Lorena actuó, que trataba del vínculo de una hija y un padre en un reencuentro, donde hacía años que no se veían. Siempre nos interesó ese mundo de los vínculos personales, intrafamiliares. Por ejemplo el cumpleaños de 15 de Lorena, mucho antes que existiera incluso la obra nosotros nos sentabamos a ver el video porque nos parecía gracioso, nos reíamos, y Jenny, mi suegra, se ponía colorada y le daba vergüenza. Para cuando esto llegó al cine a ella no le pareció tremendo, le dio vergüenza, pero se rio y siempre apoyó el proyecto. No sabemos qué hubiera pensado Alfredo de todo esto. Quizás también, algo que veo muy presente en los chicos, es algo de lo catártico que antes hablábamos. Yo digo que estos trabajos resultaron sanadores para ellos, porque cuando falleció Alfredo y vino el problema legal con los medios hermanos, abogados, mediaciones, estaban muy abrumados con todo eso, hasta que un dia lorena tuvo la idea de la obra y fue como si dieran vuelta la página y se olvidaran de todo. Empezaron a concentrarse en la obra, en que las funciones salgan bien y demas, y hoy ni eso ya es una preocupación, sino que cada función es una fiesta, cada vez que se proyecta la película es una fiesta. Ahí es donde yo entiendo al arte como algo sanador, cuidador, algo catártico pero que no es solamente salir y vomitar lo que uno tiene adentro, sino es lograr una transformación.

J. A. : Sumando a esto que decis, la película en un momento hasta habla de espiritismo. Como si se trajera una presencia. Y esto lo veo en el sentido de que en la película, en el libro, en la obra de teatro, veo que hay montado un dispositivo de comentario. En la obra se comentan videos anteriores, el libro comenta fotos, la película comenta la obra y el libro, por medio de una voz en off. ¿Esto fue planeado, cuál fue la lógica detrás de este dispositivo?

G. J. Z. : En la película eso fue apareciendo cuando haciamos el montaje. Esa voz en off la trabajamos mucho, nos costó mucho encontrarla. No queríamos que fuera solemne pero tampoco demasiado informal. Entonces Lorena, que era la guionista del documental, se juntó a trabajar con Mariana Mazover que es una especialista en este tipo de cosas. Al margen tuvimos varias proyecciones con personas a las que les pedimos que nos den sus devoluciones sobre esa voz en off. Pero fundamentalmente fue un trabajo entre Lorena y Mariana. Ellas se juntaban y se encerraban y miraban bien todo, redactaban, probaban. También utilizabamos la sala de grabación del músico de la película, que es un amigo. Íbamos con Lorena, grababamos, él nos la sumaba a la película y veíamos si funcionaba o no, y volvíamos a grabar y probar hasta que más o menos dijimos es esto y ahí sí fuimos al estudio y grabamos la voz en off definitiva. Ese fue más o menos el trabajo.

C. L. : No se como funciona en Argentina pero aqui en Francia el mundo del teatro y el cine no se encuentran tanto, están más bien separados. También recuerdo la película de Mariano Llinas, La Flor”, donde al igual que tu documental hay una fuerte colaboración entre una compañía de teatro y la película. Como ves en tu película esas relaciones, entre el mundo del teatro, del trabajo, del cine, y el encuentro del público con estos tres mundos.

G. J. Z. : La verdad no pensé mucho en eso, a lo mejor soy demasiado inconsciente y no llego a darme cuenta de esas cosas. Veo que esa unión se da incluso sobre los géneros, me gusta jugar en esas fronteras y que nos preguntemos qué es esto. Mi opinión personal es que no existe el documental puramente documental, siempre existe una construcción narrativa. de todos los documentales que vi aquí en el festival ninguno es un documento. Siempre hay una construcción, hay efectos, música. Documental puro para mi sería traer todo lo que grabe, las 20hs, y empezar a pasar clip por clip. De otra forma siempre vamos a tener una construcción. Acá, que a veces se volvía difícil, a mi me interesaba contar una historia y contar cómo estos hermanos le hicieron frente a un conflicto, el de quedarse afuera del taller donde se habían criado, a la ausencia del padre, y como seguían trabajando a pesar de eso y lograron dar vuelta la situación. 

Luego, volviendo a tu pregunta, yo convivo con el teatro, a pesar que soy realizador de cine, porque el mundo de Lorena es el del teatro, nuestras amistades también son muchas de ese mundo. Es mas, veo mas teatro que cine. En buenos aires el teatro sigue siendo algo accesible y cotidiano, el cine lo veo mas en mi casa. Todo esto hace que esté muy acostumbrado a los grupos de elencos, a trabajar con grupos de teatro. Es por eso que, al momento de encarar el documental, nunca sentí que ese mundo me fuera lejano. Quizá si me era lejano el mundo editorial, eso para mi fue nuevo, ese mundo de la imprenta mientras se construía el libro. Ahí sí sentí que yo aprendía al mismo tiempo que iba haciendo un registro. Aprendí cómo trabaja una editorial independiente, como se imprime un libro, cosas que para mi eran nuevas, pero no lo otro, no lo vinculado al teatro o a cómo trabajan los actores. Como te digo, en Buenos Aires la actividad teatral es enorme, vos te vas al abasto y detrás de cualquier puerta hay gente ensayando una obra. Yo convivo con esas situaciones teatrales.

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Imprenteros de Lorena Vega y Gonzalo Javier Zapico © DR

C. L. : Aquí en el festival hay otro documental llamado “Luz de obra" donde también está esta tentativa de mezclar el mundo concreto de hacer cosas, de construir algo, al mismo tiempo que una compañía de teatro va creando una obra, y cómo estos procesos se mezclan. En eso hay algo de una perspectiva de clase social donde el arte no es un privilegio, ¿Eso también fue motivo para tu película?

G. J. Z. : Si, hay una búsqueda de que la película tenga toda esta mezcla. A veces queriendo, a veces sin querer. A veces la gente me pregunta si ellos son en verdad actores. Y yo respondo que hace 6 años que hacen la obra, entonces son o no son actores. Eso comienza a pasar a partir de toda esta mezcla de cosas. A nosotros nos gustaba jugar con esos límites. También nos podía salir mal, hubo versiones de la película que no eran lo que nosotros queríamos y no reflejaban esta unión. Al encontrarnos con eso tuvimos que volver para atrás y volver a trabajar. Pero esas intenciones de mezclar mundos, personas, actividades, estuvieron desde el principio porque ya la obra de teatro tenía esa mezcla, de actores no actores, donde los que son actores de verdad interpretan a personas con trabajos concretos, y donde estas personas no actores actuan.

J. A. F. : Por lo que decis veo que la película tiene todo un proceso expeditivo como supongo también lo tiene la obra de teatro.

G. J. Z. : Nunca encaramos la película de forma experimental. Pero si nos fue sorprendiendo cada vez más que estábamos haciendo una película. Y es un poco el mismo espíritu que tenía la obra. En un principio la obra iba a tener 4 funciones en un centro cultural pequeño, el centro cultural rojas, entonces Lorena pensó en traer a sus hermanos, familia, porque iba a ser algo chico. Inesperadamente fue un éxito y apareció un productor, ahí la obra pasó a calle corrientes con varias funciones. Todo este proceso siempre estuvo charlado entre los hermanos y aprobado por los tres. La obra de teatro sin Sergio no se podría hacer, no se podría hacer con un actor que interpretara a Sergio.

J. A. F. : También veo que la película se atreve a jugar y a aportar desde lo cinematográfico. Veo que hay secuencias de montaje con superposición de fotos, que también se debe heredar de la obra o el libro, pero se aporta también desde el montaje, de lo sonoro, en el como se muestran las máquinas, etc. Siempre existe esta intención de jugar desde el dispositivo cinematográfico con todo el resto.

G. J. Z. : Si quisimos trabajar siempre eso, pero tambien hubieron cosas que aparecieron al mismo tiempo. Como lo que vos decis de las fotos, eso apareció mientras ellos hacían el libro y mientras yo grababa lo que ellos estaban haciendo. Varias cuestiones aparecieron asi, al mismo tiempo, y nos servían para ambos proyectos. Luego hay cosas que quedaron o no en el documental. Para nosotros fue muy importante Emi Castañeda, la montajista del documental, que su rol fue mucho más allá que solo el montaje. Ella fue una persona que nos ayudó a construir el relato. No fue solo una operadora. Ella venía mucho a casa, veíamos el material entre los tres, y hablábamos. Su mirada y aporte fue fundamental. Al principio del proyecto intentamos que ella se sumará porque ella había sido la editora del material audiovisual que se proyecta en la obra de teatro, entonces estaba ya familiarizada con la obra y con todo el proceso y los materiales, fue ella la que edito el video del cumplaños de 15 y la entrevista a fede. Pero cuando empezamos con el documental ella estaba trabajando en otra producción y no podía sumarse. Ahí empezamos a trabajar con otra persona, llegamos a un primer armado, pero sin embargo había algo que no cerraba. Entonces organizamos una proyección a la cual ella vino, ella nos dio una devolución, y ahí volvimos a preguntarle si podía sumarse. Para ese entonces ella ya podía y se sumó. Por eso digo que en el montaje hay mucho talento de ella. Ella proponia, modificaba y aporto muchisimo. Es por eso que cuando hay alguna proyección en la que nosotros no podemos ir le pedimos a Emi que vaya. En los diferentes estrenos ella vino con nosotros y subió con nosotros al escenario a hacer la presentación.

Imprenteros
de Lorena Vega y Gonzalo Javier Zapico
Documental
72 minutos. Argentina, 2024.
Color
Idioma original: español

Con : Lorena Vega, Sergio Vega, Federico Vega, Gonzalo Javier Zapico, Eugenia Díaz (Yeni), Dante Zapico, Gabriela Halac, Carla Ciarapica
Guión : Lorena Vega et Gonzalo Javier Zapico
Dirección de fotografía : Gonzalo Javier Zapico
Edición : Emi Castañeda, Mariano Saban
Música : Andrés Buchbinder
Sonido : Adriano Mántova
Maquillaje et vestuario : Julieta Harca
Producción : Alejandro Israel
Producción executiva : Alejandro Israel, Lorena Vega
Empresa de producción : Ajimolido Films
Venta internacional : Punctum Sales

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