Billet de blog 10 juillet 2025

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Cédric Lépine

Critique de cinéma, essais littéraires, littérature jeunesse, sujets de société et environnementaux

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CRFIC 2025 : entrevista con Mauro Colombo por "Luminoso espacio salvaje"

La película "Luminoso espacio salvaje" de Mauro Colombo fue en competencia largometraje de la 13a edición del Costa Rica Festival Internacional de Cine del 19 al 29 de junio 2025.

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Illustration 1
Mauro Colombo © DR

Cédric Lépine : ¿Cómo se escribió el guion de la película?
Mauro Colombo : La película fue concebida a través de una serie de libres asociaciones mentales . La sincronicidad —más que una coincidencia— que viví, y de la cual parte el documental, me abrió una serie de sugerencias que luego traté de coser, como parte de un mismo vestido. El intento fue devolver una coralidad de visiones que abordan el tema de la muerte con prospectivas muy diferentes para crear un viaje visivo y conceptual polifacético. 
Creo que el documental, en general, no necesita tener obligatoriamente un guion estructurado porque, de lo contrario, se puede perder el propio espíritu exploratorio del género.
Y al tratar un tema tan delicado, pensé que lo más concreto era contar con puntos cardinales establecidos principalmente por intuiciones, dejando mucho espacio a lo que la realidad me iba mostrando.
Por un lado, una intuición me conducía hacia ciertos personajes; por el otro, eran los personajes mismos quienes me abrían a nuevas intuiciones.
De este modo, me encontré con una pista que solo debía seguir para ver adónde me llevaba.

C. L. : ¿Qué criterios utilizaste para elegir a los diferentes personajes que aparecen en la película para mostrar su visión de la muerte?
M. C. : La mayoría de los personajes entraron en la película de forma espontánea y ¨casual¨. Come he dicho antes, tenía en mente las situaciones que quería explorar y vivir, pero en general, el encuentro con algunos personajes me marcó la pista a seguir.
Por ejemplo, conocí a Surya en Portobelo, en la costa caribeña de Panamá. Atrapados por la pandemia, nos hicimos amigos y una noche me contó su experiencia de coma sufrida diez años antes; era la primera vez que la contaba a alguien. En ese momento no pensé que podría haber sido un personaje importante —ya tenía marcado el guion—, pero tras pocas semanas comprendí que tenía que seguir a a Surya en su viaje hacia Guatemala.
Lo mismo sucedió con Wolfgang, un ermitaño ciego, también encontrado por casualidad, en el lugar justo y el momento oportuno, como se suele decir.
A otros, como Faiza, una madre que había perdido un hijo, la encontré gracias a la idea de colocar una GoPro en un globo meteorológico.
En otros casos, como con el Dr. Pim van Lommel y la Dra. Martial, los encontré tras investigar sobre las experiencias cercana a la muerte.
Pero más que demostrar su visión de la muerte, todos los personajes aportan un sentir propio y una forma de vivir el misterio, lo desconocido. Al final la película no es sobre la muerte en si, pero es más sobre nuestra relación con eso desconocido. 

C. L. : ¿Cómo surgió el título de la película?
M. C. : La idea era que la película fuera casi una exploración territorial de un espacio indefinido. Los testigos que han vivido experiencias cercanas a la muerte —que son millones en el mundo— hablan de una experiencia súper consciente que viven estando declarados muertos cerebralemnte. Las condiciones en las que estas vivencias se dan son siempre las mismas, con matices y detalles distintos según la personalidad, como si se tratase de un espacio no físico, donde el sentimiento general es de gran plenitud y gozo.
En este sentido, mi idea era hablar de una frontera entre un territorio conocido y uno desconocido e indefinido. Por eso Espacio, mientras que Luminoso porque en estos testimonios la experiencia es luminosa (no en el sentido de luz real, sino como modo de sentir la experiencia). En la cultura budista, por ejemplo, el espacio mental más allá de los pensamientos y las emociones, que es la verdadera naturaleza de la mente, se describe como “luz clara”.
Más allá del dolor por la pérdida, siempre hay un giro de conciencia que, a pesar de la dureza de la experiencia, lleva a aspectos numinosos de la propia vida.
Salvaje, porque ese espacio, ese territorio desconocido, es como entrar en una naturaleza virgen sin caminos y totalmente inviolada. Un espacio sobre el que no sabemos nada.

Luminoso Espacio Salvaje (Wild Gleaming Space).

Illustration 2
Luminoso espacio salvaje de Mauro Colombo © DR

C. L. : ¿Qué ventaja ves en el cine para abordar la muerte?
M. C. : No sé si el cine tiene una ventaja sobre otras formas artísticas o de otro tipo. Pienso que el arte, en general, tiene la capacidad de ponernos en contacto con la profundidad del sentir humano. Crea una forma significativa a través de la cual podemos intuir y sentir más allá de las apariencias del mundo.
Por eso, en todas las culturas el arte ha jugado siempre un papel fundamental para acompañar y representar la muerte, que es misterio. El arte tiene la capacidad de introducirnos en lo misterioso, en lo desconocido.
Y muy a menudo el arte es una herramienta que permite al artista mismo “entrar en sí”, conocerse y a veces curarse.
En este sentido de curación, puedo decir que narrar ayuda a comprender el sufrimiento; y comprendiéndolo, ayuda a aligerar su peso. Narrar a través de imágenes y sonidos potencia sin duda esa gran capacidad.

C. L. : En varios puntos, dejas que la cámara se mueva verticalmente para captar imágenes vertiginosas: ¿es una manera de abandonar la racionalidad de las palabras para una nueva aprehensión metafórica de la muerte?
M. C. : Sin duda sí, esa fue la intención. A través de la imagen, provocar una sensación, una percepción que nos coloca en una perspectiva distinta. Pero también son imágenes que subrallan el límite del lenguaje. ¿Hasta dónde podemos llegar con el lenguaje, en este caso con el lenguaje del cine? ¿Hasta qué punto podemos definir la existencia, lo indefinito? Y la escena final evidencia esto de forma clara. La película también trata sobre eso: el límite del lenguaje en sí, no por pesimismo, sino como impulso hacia otras modalidades, más allá de los instrumentos expresivos que conocemos.

C. L. : A falta de testimonio religioso sobre la muerte, ¿quisiste ofrecer una visión atea o laica del tema?
M. C. : Si consideras religiosa una visión basada en un credo institucional, pues sí, la película carece de testimonios religiosos. Pero si entiendes lo religioso como algo espiritual, y lo espiritual como aquello vinculado a la totalidad del fenómeno humano en relación con el todo y por tanto también con lo inmaterial, entonces los testimonios podrían considerarse profundamente religiosos.
No quise proponer una visión en particular en la película. Como dije antes, seguí un camino espontáneo e intuitivo, sin tesis, con la curiosidad de formular preguntas y dudas cada vez más personales y auténticas. En el film sí está la idea de dejar libre al público para entrar en un tema tabú de manera auténtica y personal.
A menudo, frente a las grandes preguntas de la vida, queramos o no, estamos influenciados por nuestra cultura y educación. Son preguntas demasiado grandes a las que a menudo dejamos responder por el prejuicio o el credo. Así, si alguien es religioso cree en una vida después de la muerte; un ateo piensa que no hay nada; y otros permanecen en la duda. Pero el tema de la vida y de la muerte no puede limitarse a un credo, sino que debe investigarse con absoluta libertad de pensamiento, porque en realidad no sabemos nada. En este sentido, podemos explorar un tema enorme como la muerte de manera quizás más real e íntima, permitiéndonos entrar en lo misterioso de la cotidianidad con gran autenticidad y grande sorpresas. 

C. L. : Al hacer esta película, ¿quieres compartir la experiencia colectiva del duelo?
M. C. : Creo que hablar del dolor al hablar de la muerte ha sido inevitable. Esa ha sido la base desde la cual partir, porque perder a alguien duele. Sin considerar el dolor tendríamos una idea abstracta de la muerte.
El dolor es lo que hace la vida y la muerte sagradas, porque nos devuelve lo que sentimos por dentro, lo grande y profundo que es nuestro ser en relación con los demás. Y es precisamente en relación con el otro que encontramos vida incluso en la muerte. Compartir el dolor es compartir algo profundamente íntimo y verdadero, y es ponernos en conexión unos con otros de manera sagrada. Y creo que es en ese compartir donde se produce transformación y sanación.
Durante la realización del documental hubo mucha complicidad y empatía que me unió profundamente con muchas de las personas protagonistas.

C. L. : Entre Italia y Panamá, ¿sientes un acercamiento profundamente diferente hacia la muerte?
M. C. : No particularmente. Por supuesto, Panamá tiene una diversidad cultural más rica que Italia: hay mundo mestizo, afro-caribeño, indígena. Sin duda, en la cultura indígena tradicional hay una visión cosmogónica distinta de la cristiana católica, y lo mismo podría decirse de la afro-caribeña. Pero al final, creo que, aparte de esas diferencias culturales, el acercamiento humano a la muerte no cambia tanto. Sigue siendo un tema difícil y misterioso.

C. L. : ¿Cuáles fueron las dificultades a la hora de producir esta película?
M. C. : Las principales fueron de producción: tuvimos que rodar en cinco países diferentes. Como puedes imaginar, encontrar fondos para un tema tan personal y abierto no fue fácil. En algunos casos, pasó mucho tiempo antes de conseguir permiso para filmar, como por ejemplo en el observatorio ALMA en Chile o en el centro hospitalario de Lieja, en Bélgica.
En cuanto al rodaje en sí, tuvimos diferentes dificultades: pasamos 15 días en mar abierto en un velero de solo 10 metros con mar y viento en contra, y también tuvimos que entrar en las casas de padres de niños terminales, con la esperanza de aportar algo positivo a ese encuentro humano.

Illustration 3

Luminoso espacio salvaje
de Mauro Colombo
Documental
91 minutos. España, Panamá, 2024.
Color
Idioma original: español

Reparto : Detsy "Mara" Barrigon, Raquel Barrigon, Elio Barrigon, Wolfgang Fasser, Paz Gómez Giménez, Paz Giménez Videgain, Charlotte Martial, Hugo Messias, Carla Navarro, Anthia Reyes, José Rios, Miriam Gimeno Ruz, Ana Ruz Rubio, Éric Schouffler, Faiza Syed, Pim Van Lommel, Surya Weihreter, Nievelina Garabato
Guión  : Mauro Colombo
Dirección de fotografía : Juan Barrero
Edición  : Mauro Colombo, Nuria Esquerra
Musica : Laura Casaponsa
Sonido : Carlos Beto Urriola
Diseño sonoro : Alejandro Castillo
Dirección de arte : Mauro Colombo
Producción : Abner Benaim, Arturo Méndiz
Producción executiva : Isabella Gálvez
Producción asociada : Miriam Pons

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