La película Tanta agua es una coproducción internacional de Control Z (Uruguay) con Bonita Films (México), Topkapi Films (Holanda) y Komploizen Films (Alemaña). Las directoras Leticia Jorge y Ana Guevaray son de Uruguay asi como gran parte del elenco. Entrevista con Tania Zarak, quien fundó en 2009 la productora Bonita Films, cuyas oficinas están en Nueva York y en México, y a quien se debe tres largos metrajes: The Girl de David Riker (2012), Tanta agua (2013) y Irekani de Gabriel Mariño (2014).

¿Cómo ves Nueva York y las producciones que se hacen ahí? ¿Al lado de Hollywood, ves este lugar como cine independiente?
Los grandes estudios Americanos se fundaron en la costa Oeste de Estados Unidos con modelos de producción muy específicos. Los realizadores que deciden alejarse del universo de Hollywood y buscar sus propios esquemas gravitan naturalmente o se desarrollan en Nueva York. En mi opinión ahí confluyen los mejores proyectos independientes. Nueva York es el epicentro de muchas otras expresiones artísticas como la danza, la moda, las artes gráficas, la música, el teatro y la literatura. Esta concentración crea un clima muy favorable para cualquier propuesta cinematográfica nueva.
¿Por qué elegiste Nueva York para hacer tus estudios y empezar tu carrera en producción?
En Nueva York siempre me sentí parte de algo más grande que yo. La ciudad misma sirve como escenario infinito y hay una saturación muy particular en el aire. Desde mi primera visita a los 10 años, quedé prendada de su afluencia y tráfico cultural. Todo el tiempo están pasando cosas nuevas y si trabajas duro ves resultados. Es un taller de entusiasmo y al final del día mi industria vive de eso: del entusiasmo de la gente.
¿Cuál es para ti la definición de "cine independiente" y también de "producción independiente"?
Para Bonita independiente significa libre. Nuestro objetivo es crear y preservar cultura utilizando el cine como batuta. Desarrollamos historias íntegras. Procuramos que nuestros directores, en medida de lo posible, mantengan su visión clara y sin intromisiones de estudios o ejecutivos. Cuando viene directo del corazón, el cine es verdaderamente independiente. Producción independiente por otro lado nos refiere a cómo echamos a andar los proyectos. Estamos en un momento mucho menos trágico de lo que la gente piensa. Se habla de una crisis pero en el cine la imaginación ayuda muchísimo a superar obstáculos. Con el rápido avance de la tecnología tenemos de pronto más salidas que otras artes. Hice una Maestría en Nuevos Medios precisamente para eso. Es un momento difícil para todos los sectores pero incluso así siguen surgiendo posibilidades y hay más producción que nunca.
¿Cuál es para ti el papel de la producción en el proceso de creación cinematográfica?
La TV estaba prohibida en mi casa cuando era pequeña y mis padres nos entretenían con otras cosas como con rompecabezas. ¡Armando rompecabezas aprendí mucho del mundo! La producción para mí viene siendo eso: el armado de inmensos rompecabezas. Es el área más importante del cine por que los productores nos encargamos de que las películas sucedan de principio a fin. Es un trabajo que exige de un carácter muy particular y de mucha creatividad ya que bajo circunstancias muy específicas tenemos que resolver un sinfín de problemas. Traducir palabras escritas a cosas tangibles, como diría mi asistente Guillermo, requiere del mismo grado de concentración y disciplina que cualquier acto de ilusionismo. Somos magos y no por nada el Óscar a la mejor película es para el productor.
¿Porque hiciste la creación de Bonita Films y porque elegiste este nombre?
Bonita es un Modus Operandi, una manera de vivir. Se basa en el respeto; en tener tantas ganas de ir a trabajar que no puedas hacer otra cosa; en revisar los materiales que nos mandan con cuidado; en responder a tiempo correos y llamadas; en hacer amigos. Bonita nace para comunicar y por eso somos tan selectivos y artesanales con nuestro trabajo. Por otro lado, mi carrera empezó en Estados Unidos así que es prioritario para nosotros mantener un vínculo estrecho entre el cine latinoamericano y otras audiencias.
El nombre Bonita lo tomé de una taquería que había en Brooklyn y a la que iba con frecuencia cuando vivía en Nueva York. Desde la primera vez que fui me pareció el nombre más maravilloso del mundo.
¿Porque trabajar en coproducciones internacionales? ¿Cómo se distingue de una producción de un solo país?
Una coproducción internacional se beneficia de las aportaciones que cada parte pueda traer a la mesa y éstas suelen ser cada vez más con la apertura de fronteras. Nuevamente, es cosa de construir puentes. En Bonita Films nos parece muy importante, por ejemplo, generar diálogos entre cineastas de todas partes del mundo. Vamos por las historias sinceras, sin importar de donde sean y nos complace demostrar que la verdad es universal. La cultura y el arte son nuestra plataforma y punto de encuentro favorito.