Artículos publicados en la Agencia Federal de Noticias DERF de Argentina y participaciones radiales en su programa asociado "Rico al Cuadrado". Análisis sobre política europea e internacional.
La UE elige presidente
INGLATERRA CADA VEZ MAS LEJOS DE EUROPA
Comienza hoy la cumbre del Consejo en la que los presidentes de los 28 países miembros de la Unión Europea decidirán quién estará al frente de la Comisión Europea, y el primer ministro David Cameron se niega a votar por el luxemburgués Jean-Claude Juncker, que es apoyado por los líderes de todo el continente
Mientras los medios de comunicación de toda Europa consagran miles de líneas y minutos de aire a los logros (y fracasos) de las selecciones del viejo continente un partido más trascendental se jugará hoy y mañana en Bélgica, la elección del presidente de la Comisión Europea, en otras palabras, la nominación del "presidente de Europa" para los próximos cinco años. Este cargo, de vital importancia en la política continental, no había generado demasiada polémica en el pasado, ya que los Jefes de Estado y de Gobierno de la región habían logrado siempre un consenso por unanimidad para tal nominación. Sin embargo, la armonía en la cima del poder europeo podría cambiar esta semana. El Primer Ministro del Reino Unido, David Cameron, acosado por la ola anti-europea en su país, rechazaría hoy la elección del Luxemburgués al que considera "demasiado pro-europeo".
Las elecciones parlamentarias europeas llevadas a cabo entre el 22 y 25 de mayo pasado catapultaron a la cima al grupo político conservador Partido Popular Europeo (EPP, por sus siglas en inglés) liderado por Jean-Claude Juncker, primer ministro de Luxemburgo desde 1995 hasta 2013, cuando habría sido obligado a renunciar tras un escándalo de espionaje. Siendo lider del bloque parlamentario más votado y contando con el apoyo de casi la totalidad de los Jefes de Estado de la región la nominación de Juncker para presidir la Comisión no se encuentra en peligro. Pero sí, la armonía en la cima del poder continental, así como la continuidad del Reino Unido en la Unión Europea.
La cumbre de presidentes tendrá lugar en horas de la tarde en la ciudad belga de Ypres que, siendo escenario de crueles enfrentamientos durante la Primera Guerra Mundial, verá hoy una batalla diplomática por el poder dentro del bloque aliado. "David Cameron amenazará a la Unión Europea con 'consecuencias' si Jean-Claude Juncker es elegido presidente de la Comisión Europea" afirmaba ayer el matutino británico The Telegraph. Desde los sufragios del mes pasado el líder inglés ha expresado su rotundo rechazo a que el luxemburgués se ponga al frente de Europa por considerarlo un obstáculo para las reformas que promueve Londres para recuperar un cierto margen de maniobra frente a las imposiciones de Bruselas, particularmente en lo referido a la circulación de personas dentro de la Unión.
Es que el primer ministro del Reino Unido se encuentra en una feroz guerra interna, acosado por quienes consideran inevitable la salida británica de una Unión Europea que no logra recuperarse de la crisis económica internacional. La amenaza anti-euro se vio cristalizada el pasado mayo cuando el United Kindom Independent Party (UKIP) recibiera más del 25 por ciento de los votos convirtiéndose en el primer partido de ese país, relegando al partido governante a un humillante tercer puesto. "Ahora no sólo quiero que Inglaterra salga del bloque, quiero que todos los países lo hagan" declaró un desafiante Nigel Farage durante la campaña electoral. El líder de Ukip aboga por la recuperación de la soberanía nacional y el cierre de las fronteras nacionales tras lo que él considera una "invasión" de los países más pobres de la UE.
Ante tales presiones de las fuerzas euroexcépticas (ahora cristalizadas por el sufragio universal) David Cameron ya había amenazado en varias oportunidades a Bruselas con la posibilidad de salir del bloque, y se vio obligado a anunciar meses atrás un referendum para que en el 2017 los ciudadanos británicos tomen la decisión de si quieren que su país siga formando parte de la Unión Europea en caso de no lograr las reformas exigidas por Londres. Pero estas reformas podrían no llegar de la mano del luxemburqués. Es por eso que Cameron, en oposición a todo el bloque continental, se juega su mayor carta, evitar que Jean-Claude Junker se convierta en el próximo presidente de la Comisión Europea.
La stratégia es peligrosa, ya que la derrota es inevitable según todos los pronósticos en el viejo continente. "David Cameron se enfrenta a una humillación en su quijotesca campaña para impedir que Jean-Claude Juncker se ponga al frente del ejecutivo europeo" anticipó ayer The Guardian. Es que Cameron se encuentra cada vez más solo. Luego de lograr un apoyo de palabra en la mini-cumbre del 10 de junio por parte de sus homólogos sueco, Fredrik Reinfeldt, y holandés, Mark Rutte; estos decidieron dar marcha atrás y alinearse a Berlín, que sostiente firmemente esta candidatura.
A falta de unanimidad tras la desafiante postura británica todo indica que los presidente de los 28 Estados europeos se verán obligados a votar, y por lo tanto, a justificar en un acto formal el por qué de su elección. Por su parte, la canciller alemana, previendo este inevitable escenario de discordia, reiteró su respaldo a Juncker y aseguró que «no será ningún drama» que el presidente de la Comisión fuera elegido por mayoría cualificada y no por unanimidad. Todo hacer pensar entonces, como lo asegura hoy el diario español ABC, que si tal voto se lleva adelante Cameron perderá 26 a 2, con el único apoyo de Hungría. "Si el sentido común prevalece seré confirmado como el próximo presidente de la Comisión Europea para finales de esta semana" declaró Juncker este martes en Berlín.
La pregunta se presenta inevitable ¿Por qué David Cameron declara una guerra perdida de antemano? La respuesta parece simple, la estrategia del líder británico apunta a mantener tranquila las aguas en la tormenta nacional, en un paisaje azotado por una ola anti-europea sin precedentes. "Casi todos los partidos importantes del Reino Unido se oponen a Juncker, a quién ven como un europeo tecnócrata incapaz de reformar la Comisión" afirmó el diario alemán Der Spiegel días atrás "solamente el partido euroescéptico UKIP está a favor de Juncker, ya que una presidencia de Juncker haría más fácil vender el mensaje anti-Europa en Inglaterra". Las cartas están echadas, si Jean-Claude Juncker es elegido esta semana como "presidente de Europa", Gran Bretaña confirmará en el escenario político una realidad geográfica que marcó sus relaciones internacionales desde el comienzo de los tiempos... que es una isla fuera del continente europeo.-
[Fecha original de publicación 26-06-14]
Camino a Bruselas
LA ULTRADERECHA EUROPEA SE DIVIDE Y PIERDE PESO
En la medianoche de ayer vencía el plazo para formar los grupos políticos en el Parlamento Europeo, y las dos grandes fuerzas euro-escépticas vencedoras en las elecciones de mayo último, el Ukip de Reino Unido y el Front National de Francia, decidieron ir por separado y buscar sus propias alianzas;
Finalmente llegó el día. La fecha en que las bases mismas del european dream podrían sufrir un grave golpe, en el corazón del poder del viejo continente, Bruselas. El 25 de mayo pasado, las elecciones parlamentarias europeas cristalizaban un crecimiento espectacular de las fuerzas de ultraderecha en virtualmente toda la región. En el marco de una crisis económica y social sin precedentes desde la segunda guerra mundial una parte considerable de la ciudadanía europea se volcó hacia las agrupaciones políticas que pregonaban la recuperación de la soberanía nacional frente a la creciente influencia de la Unión Europea. Sin embargo, lejos del susto inicial, la ola euro-fóbica no tendrá el peso esperado debido a divisiones y enfrentamientos irreconciliables entre las diferentes agrupaciones que impidió la construcción de un mega grupo político en la legislatura continental.
¿Qué es un grupo político y para qué sirve? Para constituir un bloque en el Parlamento Europeo es necesario una alianza formada por al menos 25 legisladores provenientes de por lo menos siete países de la UE. Las ventajas de tal bloque regional son considerables. Los grupos políticos gozan de mejores oficinas, mayor personal, un presupuesto que ronda los 20 a 30 millones de euros, mayor visibilidad, mayor tiempo de palabra, una opinión sobre la orden del día y mejores puestos en las diferentes Comisiones. En otras palabras, un mayor peso para influir en las políticas del bloque europeo.
Así las cosas, dos de las tres economías más grandes de la región vieron trepar a la cima del escenario político a un partido abiertamente anti-europeo, a saber, el Frente Nacional francés (FN) liderado por Marine Le Pen, y el United Kindom Independent Party (Ukip) del polémico Nigel Farage. Sin embargo, el partido más votado de Francia no logró seducir al partido más votado del Reino Unido y ambas agrupaciones se lanzaron, por separado, a una caza internacional de las fuerzas euroexcépticas a lo largo y a lo ancho de todo el continente. Con resultados muy diferentes.
Fracaso galo, triunfo británico
"Somos varios partidos, pero hace falta que haya siete países, y no lo logramos" declaró ayer Florian Philippot, vicepresidente del FN. El principal aliado de la agrupación gala, el holandés Geert Wilders, confirmó el fracaso en un comunicado publicado por la agencia de prensa de los Países Bajos, ANP. El líder del Partido de la Libertad (PVV), que había prometido "destruir Europa desde su interior", declaró que el tandem franco-holandés tenía la intención de formar un grupo parlamentario "pero no a cualquier precio". Luego de lograr la adhesión del Vlaams Belang de Bélgica, del FPÖ austríaco y de la Lega Nord de Italia, esta alianza de 38 diputados no alcanzó a superar los cinco países y se quedó con las ganas de constituir el grupo político que había sido bautizado con el nombre de Alianza Europea por la Libertad. (European Alliance for Freedom).
Del otro lado del Eurotunel un triunfal Ukip anuncia en su sitio oficial el nacimiento del grupo Europa de la Libertad y la Democracia (Europe of Freedom and Democracy). "Seremos la voz del pueblo" aseguró Nigel Farage, que lidera ahora un bloque europeo de 48 legisladores provenientes del Reino Unido, Italia (Movimiento Cinco Estrellas), Lituania (Partido Orden y Justicia), Suecia (Partido Demócrata), República Checa (Partido de los Ciudadanos Libres), Latvia (Unión de Granjeros) y una diputada francesa que decidió romper con el Frente Nacional francés dos días después de las elecciones tras un diferendo sobre el derecho a voto de los extranjeros. "Vamos a dar pelea para recuperar el control de nuestros países" declaró Farage poniéndose al frente de la lucha anti-Bruselas. Pero ¿Cuál será el peso real de las fuerzas euroexcépticas en el seno de la legislatura regional? Muy poco.
Debilitados por la división
Solamente con los legisladores reunidos por Marine Le Pen y Nigel Farage se formaría un grupo parlamentario de 86 legisladores, convirtiéndose en el tercer bloque político más importante del Parlamento Europeo. Eso sin contar los numerosos partidos que quedaron fuera de las alianzas francesa y británica. Esto se habría traducido en una presencia imponente en el poder legislativo regional que habría incluído puestos claves en las diferentes Comisiones de la Unión Europea. Pero este mega-bloque no pudo ser. Es que las diferencias ideológicas entre los distintos partidos de ultraderecha europeos son mucho más numerosas e importantes que lo que dejan ver sus gritos aunados en contra de las políticas neoliberales de Bruselas y a favor del endurecimiento de las políticas inmigratorias.
Mientras el ex corredor de bolsa de la London Metal Exchange, Nigel Farage, es un ferviente defensor del libre mercado y un crítico a ultranza de lo que los americanos llaman "Big Government" ; la francesa Marine Le Pen, promulga con las ideas de un Estado fuerte e intervencionista en las cuestiones económicas, como por ejemplo el cierre de fronteras aduaneras para defender la industria nacional y el trabajo local, "eso es patriotismo económico" aseguría semanas atrás en un debate público. Mientras el partido de ultraderecha griego levanta abiertamente la bandera racista al estilo años treinta, con cabezas rapadas y simbologías que se asemejan a la esvástica de la Alemania nazi ; el Movimiento Cinco Estrellas de Italia centra su discurso en las cuestiones ligadas a la política monetaria de la Unión Europea sin pregonar siquiera una salida del bloque continental.
Entre la forma y el fondo. El liberalismo británico, el estatismo francés, el nazismo griego y el moderado reformismo italiano. La ultraderecha europea no es más que una suma de fuerzas extremadamente distintas tanto desde el punto de vista filosófico-político como discursivo-mediático. Así las cosas, luego del impresionante crecimiento que estos partidos tuvieron en sus respectivos países, una mega alianza al estilo "nos une el espanto" implicaría en muchas de estas agrupaciones la negación absoluta de la base ideológica que los catapultó a la cima de la política nacional. En este contexto, quienes abogan por la continuidad del proyecto europeo pueden dormir tranquilos sabiendo que, como era de esperarse, la capacidad de alianza internacional de los nacionalistas será siempre menor que la de los defensores del european dream.-
[Fecha original de publicación 15-06-14]
España
LA ROJA, EL REY, Y "LOS NIÑOS DE LA CRISIS"
La catastrófica actuación de la selección española en Brasil ha dejado mudo a todo un país, el mismo día en que el Rey Juan Carlos dio paso a su heredero Felipe de Borbón, esperando que el rejuvenecimiento de la corona genere un acercamiento con un pueblo que ha perdido su amor por la monarquía.
"Fracaso mundial" sentenció esta mañana el diario español El Mundo. "España fue el Titanic" diría El País. La despedida en primera ronda del actual campeón mundial alimentará hoy los debates en cada café del país ibérico. Mientras tanto, tras la abdicación del Rey Juan Carlos ayer en horas de la noche, su hijo y heredero prestó hoy juramento a la Constitución en el Congreso de los Diputados. "Felipe VI inicia hoy su reinado" tituló orgulloso el diario realista ABC asegurando que "Juan Carlos I entra en la historia". Desde editoriales del estilo "Abdicó la Roja" o "Se fue Juan Carlos ¿Se va Del Bosque?" hasta algún bromista redactor dejándose llevar por la pluma con un "Del Bosque no nos dejó ver el árbol" o "Sí a la deforestación", páginas de diarios y sets televisivos se colmarán hoy de especialistas tratando de entender y de explicar ambos hechos históricos que la lengua de Cervantes podría resumir en una sola frase : fin del reinado. Algo es seguro, España es hoy el centro del planeta.
Sin embargo, y como suele ocurrir, lejos de las primeras planas de los diarios y de los debates taquilleros en hora Prime Time, una noticia de capital importancia se asomó timidamente en los medios de comunicación, demasiado ocupados para darle la relevancia que ésta merece. "Los niños a los que les está afectando más la crisis tendrán en el futuro problemas de salud como patologías cardiovasculares y diabetes, y otras como demencia y depresiones, además de correr el riesgo de tener un menor nivel educativo y, en consecuencia, peores empleos y menos ingresos" aseguraba el diario La Vanguardia. El preocupante panorama responde al análisis presentado por la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) en su informe "Crisis económica y salud".
El estudio, realizado por 65 profesionales de diferentes disciplinas como sanitarios, economistas e investigadores, pone en relieve que el clima generado en los hogares españoles, fuertemente golpeados por el desempleo y las deudas hipotecarias, puede llevar a enormes trastornos en los "niños de la crisis". Es que el problema no es menor y, sobre todo, se encuentra lejos de ser un fenómeno marginal. La doctora Inmaculada Cortés, una de las editorias del estudio, explicó en El Mundo que "un estudio hecho por Cáritas en Barcelona muestra que la preocupación por el pago de las hipotecas o los desahucios están dando lugar a la aparición de más problemas mentales, como trastornos depresivos y de ansiedad en un 70% de las personas afectadas", lo que ha provocado un notable aumento del consumo de antidepresivos.
La sentencia es clara, los problemas económicos son coyunturales, pero sus consecuencias en el sector más débil de la sociedad serán de largo plazo, de la mano de la malnutrición, el stress y los problemas escolares, según explicara en conferencia de prensa la economista Beatriz González, otra de las autoras del informe, quien lamentó los recortes del sector sanitario que habrían dejado a un gran número de necesitados en manos de asociaciones humanitarias como Caritas. Las cifras son escalofriantes, ya que 27% de los chicos menores de 16 años se encontraban en riesgo de pobreza según datos del 2011 recogidos por SESPA.
El informe señala también que los sectores más vulnerables de la población como inmigrantes y españoles de la tercera edad sufren particularmente de los avatares de la crisis económica y social que azotan los hogares del país ibérico. Cortés criticó lo que llamó "un impuesto sobre la enfermedad", haciendo alusión al nuevo sistema de copagos farmacéuticos, "lo que hace que algunos dejen de tomar los tratamientos", se lamentó.
En el marco de un espectacular crecimiento de la "indignación española", el documento no ahorró críticas de corte puramente político e ideológico. "Hay un problema de fondo. Hay grupos de interés de grandes corporaciones que son los que definen las agendas políticas y las de salud por encima de lo que sería deseable", afirmó González López-Valcárcel no sin lamentar la "obsesión por el crecimiento económico por encima del bienestar social, dejando atrás a grupos de la población particularmente vulnerables".
"La monarquía debe saber estar cerca del pueblo y ganarse su confianza" declaró esta mañana en el Congreso el ahora Rey Felipe VI, en una entronación marcada por el descontento en sus calles y la prohibición de manifestaciones "republicanas". Mientras el "hombre masa" de Ortega y Gasset llora apasionadamente la estrepitosa caída de su amada selección ; mientras los nostálgicos promonárquicos debaten acaloradamente con los defensores de la república ; desocupados, inmigrantes, personas mayores y los "niños de la crisis" otorgan un nuevo sentido a la expresión : La Furia Española. Como bien dijera el director de Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet : HOY LA INFORMACION OCULTA LA INFORMACION.
[Fecha original de publicación 19-06-14]
Crecimiento de la Ultraderecha
¿LA IZQUIERDA FRANCESA PUEDE DESAPARECER?
Las últimas elecciones parlamentarias europeas sellaron el crecimiento de los nacionalismos en Francia y el continente entero; desde París, el periodista Leonardo Plasencia cuenta para Rico al Cuadrado por qué el Partido Socialista, el Frente de Izquierda y los ecologistas ponen en evidencia la crisis del marxismo galo, mientras el ultraderechista Frente Nacional se frota las manos soñando con las presidenciales en 2017.
Las crisis provocada por el espectacular crecimiento de los partidos nacionalistas en las últimas elecciones parlamentarias europeas parece no tener fin. En este contexto, que hace temblar el escenario político del viejo continente, Francia posee el dudoso privilegio de ser el país que enviará a Bruselas el mayor contingente de europarlamentarios de ultraderecha, tras el aplastante triunfo del Frente Nacional (Front National) que ostenta orgullosamente desde los sufragios del pasado mayo el título de "primer partido de Francia". Del otro lado del espectro ideológico el gobierno socialista galo no logra construir una estrategia de recuperación y sique avanzando hacia la profundización de la crisis, y encaminándose a un desmembramiento que ya parece inevitable.
Corría el año 2012 cuando el presidente conservador Nicolas Sarkozy se presentaba a las elecciones presidenciales con el fin de cristalizar un segundo mandato y así seguir manejando las riendas de la tercera economía más importante de Europa. Fuertemente criticado tanto por sus políticas liberales como por su estrecha relación con la Casa Blanca, que le valiera el apodo de "el hombre de Washington, la imagen positiva del marido de la estrella de la música italiana Carla Bruni cayó en picada tras los avatares de una crisis internacional sin precedentes desde la segunda guerra mundial. Así, el anti-Sarkozismo logró construir una alianza que incluiría tanto a socialistas y ecologistas como a comunistas duros de la ultra-izquierda gala.
El "tous pourris" (todos corruptos), equivalente al "que se vayan todos" que resonara por nuestras pampas hace ya más de una década, ponía en el interior del Elysée a un simpático y agradable socialista de aspecto más bien bonachón, François Hollande, que (luego de las excentricidades de un hiperactivo y nervioso Sarkozy) se presentaría orgullosamente como "un presidente normal". Lejos del éxito electoral y de la luna de miel socialista de aquel año mucha agua ha pasado bajo el puente, y el líder galo se encuentra hoy sumergido en una profunda crisis partidaria, atacado por propios y ajenos, y azotado por manifestaciones diarias y una huelga de trabajadores ferroviarios que, ya en su séptimo día, amenaza con paralizar el país.
"La izquierda puede desaparecer", advirtió el pasado sábado el primer ministro Manuel Vals y lanzó la polémica frente al Consejo Nacional del Partido Socialista (PS). "Hay un sentimiento de que todo el país está perdiendo el equilibrió" aseguró el líder socialista y advirtió a los legisladores aliados que no es momento para divergencias sino para la unión con el fin de llevar adelante los cambios que necesita el país. Caso contrario, "la multiplicación de iniciativas minoritarias en el parlamento" podría provocar "una explosión del bloque central de la mayoría", aseguró. "Es necesario aguantar, sobretodo frente a la radicalización de ciertos movimientos sociales", exclamó el primer ministro, en clara alusión al paro de los empleados ferroviarios que, en solamente seis días, ya ha costado más de 100 millones de euros al sector del transporte.
Mientras la indignación en las calles sigue en aumento con el gran paro de ferroviarios (pero también de los taxis y de los trabajadores temporales del espectáculo), desde la estrepitoza derrota en las elecciones europeas el discurso crítico en el seno mismo de la mayoría parlamentaria comienza a hacer estragos dentro de las filas socialistas. Como bien lo expresara el 15 de junio Edwy Plenel (fundador del sitio galo de investigación periodística Mediapart) en su artículo El caso Hollande, "Esta semana ha confirmado que con un presidente como éste, el poder socialista no necesita de enemigos para caer".
Consultado sobre las declaraciones de Vals, el primer secretario del PS, Jean-Christophe Cambadélis, afirmó al diario conservador Le Figaro que era hora de fundar un nuevo Partido Socialista. "Es necesario, es este momento que estamos atravezando, que se habra un nuevo ciclo, la izquierda año cero" sentenció el dirigente poniendo en duda así la continuidad de las alianzas internas de la izquierda gala. Algo que desde otros sectores de la mayoría socialista parece ser un camino inevitable.
Emmanuelle Cosse, secretario nacional del partido écologista (Europe Écologie-Les Verts), principal aliado del gobierno nacional, no escatimó en críticas hacia la gestión de François Hollande a quién acusó de traicionar los valores del socialismo francés, "para que la izquierda sobreviva, hay que aplicar una política de izquierda", advirtió en el marco del consejo federal de su propio partido que también tuvo lugar el último fin de semana, "nosotros formamos parte de la mayoría, pero es necesario que la mayoría haga honor a los compromisos que había aceptado" declaró Cosse a sólo dos meses de la renuncia de dos ministros ecologistas, Cécile Duflot y Pascal Canfin.
Otro que ya ha abandonado el barco de la mayoría socialista elegida en 2012, es el Frente de Izquierda (Front de Gauche), principal representante del comunismo galo, que se reconoce hoy como un partido de oposición a las políticas de París, por considerarlas propias de un gobierno conservador y liberal. Pero su alejamiento, casi desde las primeras horas de este ciclo, no le sirvieron al PG para despegarse de las críticas de la sociedad francesa y del fracaso electoral en las elecciones europeas. Mientras el ultraderechista partido Frente Nacional se consagraba con un 25% de los sufragios en las parlamentarias europeas, el Frente de Izquierda era castigado con un rendimiento tres veces menor, poniendo en dudas la viabilidad del proyecto comunista.
Es que la eurofobia del comunismo galo no ha sabido captar votos frente a la eurofobia de la ultraderecha. En una resolución adoptada este sábado, el PG reflexionó sobre el fracaso electoral y expresó que "la dinámica de la revolución ciudadana que supimos construir en 2012, se ha debilitado [...] el Frente de Izquierda no ha sabido captar a quiénes gritaban : que se vayan todos". Según el diario de centro izquierda Libération el PG, cada vez más lejos del gobierno, decidió subir la apuesta promoviendo un desmembramiento del Partido Socialista al proponer a sus militantes que "¡Defiendan sus ideas! ¡Rompan Filas!".
El socialismo francés esta en crisis, tal vez la más profunda desde la fundación de la quinta Républica en 1958. Un gobierno azotado por las huelgas, una alianza con los ecologistas que pende de un hilo y un comunismo (hoy oposición) que ha perdido el timón. En 2002, el Frente Nacional conmocionaba al mundo entero llegando a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales gracias al fracaso electoral del socialista Lionel Jospin ¿2017 podría ser el año en que la ultraderecha francesa se instale en el Palacio del Eliseo? Es lo que espera Marine LePen, presidenta del Front National, hoy, primer partido de Francia.-
[Fecha original de publicación 17-06-14]
Revue de presse
BRASIL, AHORA O NUNCA
Los diarios de toda Europa se hicieron eco del comienzo de la fiesta futbolera, pero advirtiendo que, esta vez, la Copa del Mundo no se trata sólo de fútbol ; desde París, Francia, el periodista Leonardo Plasencia explica por qué la potencia sudamericana deberá demostrar que da la talla para organizar un evento de esta magnitud, y más importante aún, que el mito de la alegría brasilera es una realidad palpable.
Finalmente llegó. La patada inicial del Mundial de Fútbol tendrá lugar en sólo unas horas. La fiesta del esférico desata pasiones en todo el continente europeo. Sin embargo, el deporte más popular del mundo no pudo esconder los problemas sociales del gigante sudamericano que se juega su imagen en el escenario internacional, tanto en el terreno de juego como en las calles a lo largo del todo el país.
"Samba triste" ponía en tapa esta mañana el diario de centro-izquierda francés Libération. Un niño de rostro afligido cubierto por la bandeira verde amarela frente a miembros de las fuerzas de seguridad brasilera recuerdan las tensiones sociales que se han hecho sentir fuertemente en estas últimas semanas, "¿La fiebre del fútbol vencerá a la fiebre social?" pregunta así el matutino. Así es, lejos de la fiesta futbolera que se pudiera vivir en mundiales precedentes, tal es el caso de Francia '98 o Alemania 2006, el evento deportivo más popular del mundo genera en tierras cariocas tantas alegrías como preocupaciones, como ocurriera cuatro primaveras atrás con su colega del Brics, la Républica de Sudáfrica.
"Copa del mundo, cuando el balón desgarra a Brasil" alarma la reconocida publicación Le Nouvel Observateur, destacando que la pasión por el jogo bonito no impidió las manifestaciones en las calles frente a los problemas cotidianos de la gente "la organización del Mundial ha despertado a un nuevo Brasil, el de los indignados". Pero no todo es crítica en el paisaje mediático galo, después de todo, y más allá de lo moralmente discutible que resulta construir faraónicos estadios imponentes en un país que pide a gritos hospitales y escuelas, la cita deportiva es también la oportunidad de tomarse una caipirinha y relajarse al son del carnaval futbolero... o de huir de él tan rápido como sea posible.
Es así que el matutino Le Figaro optó por la ironía bajo el título de "La guía perfecta del anti-Mundialista". "Si Usted es alérgico al fútbol y teme la ola brasilera del próximo mes" interpela el artículo "aquí diez razones para boycotear el mundial". El diario conservador juega así entre los datos serios como el millonario costo del evento en un país que aún tiene mucho que recorrer para llegar a la liga de los países desarrollados y las pocas posibilidades, según todas las encuestas, de que el equipo galo repita la final del '98 cuando humillara a la escuadra carioca con un aplastante 3 a 0. "Según un estudio del banco americano Goldman Sachs, Francia no debería superar los cuartos de final y tendría solamente 0.8% de posibilidades de levantar la Copa" bromeaba el diario.
Lejos de las humor de una Francia debilitada por la baja a último momento de su estrella mayor Franck Ribery, del otro lado de los Pirineos, los actuales detentores del presiado título, se lo toman muy en serio y apuestan a una batalla entre la Roja y el Pentacampeão. "Furia brasilera frente a samba española" ironiza el diario ibérico El País, que asegura que "este Mundial permitirá examinar el cruce de estilos entre sus dos principales aspirantes, la mítica Canarinha y su heredera la Roja. Es que el último campeón del deporte más taquillero del planeta no escatima en confianza ni se achica en tierras sudamericanas. Pantallas gigantes en las principales plazas del país y eventos para entretener a los aficionados pondrán el clima en un evento que podría dar una sonrisa a un pueblo que sufre los avatares de una crisis sin precedenes desde el regreso de la democracia. De esta manera, el diario informa que se desplegará una "serie de actividades para que los fanáticos de la Roja puedan disfrutar de los partidos y la pasión por el fútbol".
Y si de pasión por el fútbol se trata no podíamos dejar de visitar la tierra del tetra campeón, la squadra azzurra, que espera con ansias el pitazo inicial en la megalópolis brasilera. "En el Maracaná y en las calles, Brasil debe ganar dos veces" titulaba esta mañana La Stampa asegurando que "después de años de crecimiento, tienen 30 días para demostrar que son una potencia global". Como ocurriera en tierras ibéricas, la azzurra apuesta fuerte a su squadra y ya se vé en la final. "¿El mundial? podemos vencerlo" opinó el veterano Andrea Pirlo en el Corriere della Sera. Considerando que tienen "un equipo muy competitivo", la estrella italiana habló del primer partido y aseguró que "siempre jugamos bien contra Inglaterra".
Es en ese país que The Guardian titulaba esta mañana que "Listo o no, es el momento en que Brasil debe mostrarse al mundo". Acosado por las huelgas y las manifestaciones en las calles, las denuncias por corrupción y despilfarro de dinero en la organización del Mundial, el gigante sudamericano se juega una enorme carta en el escenario internacional : La imagen. Así las cosas, el matutino británico advirtió que "este campeonato, en un país obsesionado por el fútbol, tiene el potencial de convertirse en el mejor o en el peor de toda la historia".-
[Fecha original de publicación 12-06-14]
Masacre en Bélgica
TERRORISMO, DELINCUENCIA, INMIGRACION E ISLAM
Un joven francés, Mehdi Nemmouche, fue detenido sospechado de ser el autor de la masacre en el Museo judío de Bruselas; Leonardo Plasencia, periodista argentino radicado en Francia, comenta para Rico al Cuadrado este hecho que recrudeció el debate sobre la inmigración, la marginalidad y el lugar del Islam en la sociedad laica europea.
"Las cárceles frente a la amenaza islamista" ponía en tapa ayer el diario conservador Le Figaro siguiendo la línea de su par capitalino, Le Parisien, que dos días antes titulaba : "Investigación sobre el Islam en prisión". El debate está en los medios. ¿Las cárceles francesas son el campo de batalla de un adoctrinamiento fundamentalista islámico? Muchos creen que sí, y entre ataques terroristas, inmigración y crecimiento de la delincuencia, la amalgama entre los diferentes problemas de la sociedad francesa se hace sentir en tópicos tan diversos como identidad nacional y seguridad.
El 24 de mayo último, Bruselas, capital de un pequeño país en el corazón del continente europeo se convertía en el centro de interés de los medios del mundo entero. Un ataque con arma de fuego dejaba cuatro muertos en el Museo Judío de Bélgica. Días atrás, era detenido en Francia, Mehdi Nemmouche, un joven delincuente de 29 años de origen musulmán sospechado de ser el autor de la masacre. "Un malechor transformado en terrorista" resumió el ministro del Interior galo Bernard Cazeneuve y desató la polémica, ¿Cómo fue posible este paso de la simple delincuencia al salafismo integrista? La respuesta podría encontrarse detras de los barrotes de las cárceles francesas. Veamos la trayectoria del principal sospechoso de la masacre de Bruselas.
La historia delictiva de Mehdi Nemmouche, comienza en 2006 cuando, con sólo 21 años de edad, es detenido por robo menor a una pequeña despensa en la ciudad de Lille, al norte de Francia. Los delitos se van agravando hasta que Mehdi termina siendo arrestado por asalto a mano armada y condenado a cinco años, entre 2007 y 2011. Es en una prisión, al sur del país galo, dónde el joven habría hecho la transición entre la delicuencia común y el salafismo islámista que lo llevaría a cometer el atentado antisemita en tierras belgas.
En el interior del predio carcelario, Nemmouche entra en contacto con una asociación musulmana de ayuda a los detenidos. A pesar de su origen musulmán, quienes conocen su pasado aseguran que el joven dificilmente calificaría como practicante en los años previos a su paso por prisión, por lo que el fenómeno de radicalización pone en el centro del debate la situación misma de un posible reclutamiento de extremistas mediante un discursos salafista en las cárceles francesas. El hecho preocupa aún más a sabiendas que casi 70% de la población carcelaria en las grandes aglomeraciones galas declara ser de confesión islámica, mientras 18 mil de los casi 70 mil detenidos en territorio francés asegura realizar cada año el Ramadan.
Las prisiones cierran así un triángulo de reclutamiento de corte fundamentalista que incluiría también las mezquitas (fuertemente vigiladas por el Estado francés) y los llamados "barrios sensibles" (es decir, aquellos dónde los inmigrantes de origen africano representan la mayoría de los residentes). O al menos, es lo que creen algunos especialistas en adoctrinamiento religioso. Entrevistada el 4 de junio por el canal parlamentario LCI, la investigadora y escritora Dounia Bouzar explicaba que el enrolamiento de los grupos radicales "utiliza la religión y las técnicas de manipulación de las sectas que se basa en eliminar la personalidad del joven para luego remplazarla por la personalidad del grupo". Se calcula que existen actualmente unos 150 detenidos que, fanatizados por el salafismo islámico, llevan a cabo una tarea de proselitismo radical detrás de las rejas.
Se trata de "Imams autoproclamados", explicó en una reciente entrevista el conocido especialista en proselitismo islamico en prisión, Farhad Khosrokhavar. Efectivamente, todo parece indicar que el fenómeo de radicalización parece estar muy presente en las carceles francesas. Al menos, es lo que piensa el capellan católico de carceles Michel Viot, qué aseguro a Le Figaro que "jóvenes de origen musulmán, que no practicaban la religión al exterior, una vez en prisión se vuelven 'ultra-practicantes', guiados por estos Imams autoproclamados".
De esta manera, todo parece indicar que el reclutamiento de jovenes marginados a las filas del terrorismo islamista se realiza bajo la mirada de un Estado que no puede agiornar sus métodos de lucha contra la radicalización a la que son sometidos muchos autores de actos delictivos menores. Pero la penetración del discurso fundamentalista es sólo el primer paso que lleva luego a una segunda etapa, el entrenamiento de corte militar en un campo de batalla real. Luego de Bosnia en los años noventa y Afganistán en la primera década del siglo 21, el epicentro y, nunca mejor dicho, "La Meca" de la preparación de todo "soldado" islamista es hoy el país dirigido a mano de hierro por Bashar al-Assad, en guerra civil desde hace ya tres años.
Según cifras arrojadas el pasado abril por el ministro del interior francés Bernard Cazeneuve, frente a la Asamblée Nationale (el Parlamento), existen al menos 285 franceses "comprometidos en el teatrao de operaciones" en territorio sirio, 120 que se encuentran transitando entre Francia y Siria, una centena que ya ha regresado definitivamente al país europeo, y aproximadamente veinticinco que habrían sido asesinados en ese país árabe. El dato no es menor, ya que, según información de la oficina de inmigración, Nemmouche se habría dirigido a suelo sirio a principios del 2013 para formar parte de los jihadistas del Estado Islámico de Irak y del Levant (EILL) para regresar en marzo 2014 (dos meses antes de la masacre), momento en que habría sido "fichado" por la Direction General de la Seguridad Interior (DGSI).
El oportunismo político
Ante los hechos ocurridos en Bruselas, que conmovieron la opinión pública francesa y europea, a amalgama entre fundamentalismo islámico e inmigración no se hizo esperar. Y como era previsible, las declaraciones salieron de los labios de la presidenta del ultraderechista Frente Nacional (Front National), Marine LePen, cuyo partido arrasó en las últimas elecciones parlamentarias europeas, llevadas a cabo el día después de la masacre en la capital belga. Días atrás en una entrevista de la cadena France Info, LePen denunció al gobierno galo por lo que calificó de "inocencia" antre un problema tan grave como la radicalización islámica y abogó por un cierre de las fronteras nacionales. "Hay que poner fin a la inmigración masiva, puesto que el avance del fundamentalismo islámico en nuestro país a crecido de la mano de la inmigración masiva", dijo la líder gala sin ofrecer cifras que avalen tal argumento.
Según un estudio, publicado en julio pasado por el Instituto Nacional de Estudios Demográficos (Ined), existen hoy en Francia, poco más de cuatro millones de musulmanes. Así las cosas, estableciendo una relación entre la inmigración y el Islam, este estudio asegura que 43% de los inmigrantes profesa dicha religión mientras que solamente 26% de los "recién llegados" es de confesión católica, en su mayoría proveniente del sudeste europeo. Ante este fenómeno, la estratégia de LePen de seducir al electorado ofreciendo amalgamas entre Islam, terrorismo, delincuencia e inmigración, parece resultar cada vez más eficiente.
Según una encuesta anual de la Comisión Nacional Consultativa de los Derechos del Hombre (CNCDH), publicado el de abril, 74% de los consultados cree que hay demasiados inmigrantes en Francia, 27 puntos más que hace sólo tres años, lo que indicaría un crecimiento espectacular del sentimiento xenofóbico en el corazón de la sociedad a lo largo de todos los estratos sociales y etarios. Musulmanes y gitanos Roms (originarios en su mayoría de Rumania y Bulgaria) son las dos comunidades más estigmatizadas según este reporte que asegura que, 80% de los galos considera que la utilización del velo islámico es un ataque a los valores laicos de la sociedad francesa, mientras 78% de la sociedad cree que los Roms "viven esencialmente del robo y el contrabando".
El fénomeno del terrorismo islámico se encuentra en boca de todos desde los atentados del 11 de Septiembre en Estados Unidos. La problemática no es menor, ya que golpea virtualmente cada continente y cada país alrededor del globo. Sin embargo, la estigmatización recurrente de los inmigrantes en tierras francesas y europeas comienza a penetrar en sectores de la sociedad hasta ahora inmunes a tal discurso. Así en un marco de crisis económica y social, la desocupación, la precariedad laboral, la delincuencia, las mafias y el terrorismo internacional, todo apunta a un sólo problema : la inmmigración masiva. O eso es lo que nos quiere hacer creer Marine LePen, presidente del partido más popular del escenario político francés.-
[Fecha original de publicación 10-06-14]
Abdica el Rey
ESPAÑA Y EL DEBATE REPUBLICANO
En comunicación desde París, Francia, el periodista Leonardo Plasencia comenta para Rico al Cuadrado las consecuencias de la abdicación del Rey Juan Carlos de España y por qué la gente quiere el fin de la monarquía, relacionándolo con el clima social que se vive en ese país donde hace días se rompió con el bipartidismo y se pide por el fin del modelo.
"El Rey abdica : Mi única ambición es el progreso en libertad de todos los españoles" tituló esta mañana el diario monarquista ABC, mientras El País ponía en tapa que "el Rey abdica para impulsar las reformas en el pais". Las imágenes recorrieron el mundo entero. "He decidido poner fin a mi reinado y dar paso a una nueva generación" declaraba un emocionado Rey Juan Carlos ayer en su discurso oficial sorprendiendo a millones de españoles. Luego de participar en más de 80 viajes por Latinoamérica y 67 relevos presidenciales sólo en la región iberoamericana, la máxima figura de la corona española decidió bajar el telón de 39 años de reinado y dar paso a su hijo, el principe Felipe de Asturias.
A sólo horas del histórico anunció, periodistas y especialistas de la familia real se abarrotaban en los estudios de televisión para destacar los logros de casi cuatro décadas de gestión. Considerado por muchos como el padre de la democracia española y el artifice de la modernización del país, Juan Carlos es sin dudas una figura de vital importancia en el llamado "período de transición". Sin embargo, lejos de las conmemoraciones en los estudios de televisión, las calles españolas dieron muestra de un generalizado sentimiento adverso a los honores tan proclamados en los sets televisivos. ¿Por qué?
El 19 de julio de 1974, el Rey Juan Carlos se convertía en el sucesor interino de un convaleciente general Francisco Franco, jurando "fidelidad a los principios del Movimiento". Sin embargo, la transición política, iniciada entonces ha quedado muy atrás en la historia del país ibérico, y los españoles (o al menos una parte considerable de ellos) descreen de la necesidad de contar con una familia real, y abogan por un cambio radical. "Monarquía o democracia, esa es la cuestión" exclamó ayer Cayo Lara, cordinador federal de Izquierda Unida. Este partido de corte socialista, que saliera tercero en las recientes elecciones para elegir a los legisladores del Parlamento Europeo, convocó a una movilización inmediatamente después del anuncio real para solicitar un referendum y decidir así la continuidad, o no, del modelo de monarquía parlamentaria vigente en España.
Así, miles de ciudadanos bajaban anoche a la calles, a lo largo y a lo ancho de todo el territorio español, desde la Puerta del Sol en Madrid hasta la Plaza Catalunya en Barcelona. Es que la abdicación del Rey no pudo venir en peor momento en cuanto a la imagen de la familia real. Desde los escándalos de corrupción de la Infanta Cristina hasta el tristemente celebre viaje de cazería a Botswana del Rey, en enero pasado, la imagen positiva de la monarquía bajó por primera vez en su historia de la barrera psicológica del 50%. En este contexto los "anti-monarquía" salieron ayer a las calles con el argumento en boca : la mayoría de los españoles no quiere una familia real en España.
Sin embargo, los detractores de la realeza en el país ibérico van más allá, y acusan al Rey de garantizar la impunidad de la dictadura y sus crímenes contra la Humanidad, y de proteger un capitalismo salvaje, que le diera el apodo de "El Hombre de Washington". Más que el heredero de la Casa de España, Juan Carlos es para muchos : la criatura del Generalísimo, el defensor del status quo y el socio incondicional de la Casa Blanca.
En contra del modelo vigente
El desencanto de la sociedad española para con la monarquía estalla en un momento de descreimiento generalizado : contra el bipartidismo, el modelo neoliberal, y las políticas venidas de la Troika (Union Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional). Sólo unos días atrás las elecciones parlamentaria europeas mostraban un crecimiento espectacular de los partidos nacionalistas y eurofóbicos a lo largo del continente. En este contexto, el virtual bipartidismo español sufría un golpe sin precedentes.
En 2009, 47 de los 54 diputados que envió el país ibérico a Bruselas, pertenecian al tandem hegemónico PP/PSOE, mientras solamente siete legisladores llevaban la voz de los pequeños partidos. En 2014, la supremacía del establishment partidario se rompió, puesto que el PP y el PSOE se quedaron con sólo treinta escaños. El retroceso electoral de los partidos históricamente dominantes permitió que un total de ocho pequeños grupos políticos entraran al Parlamento Europeo sumando en total 24 legisladores, casi la mitad del contingente español. Es que la política no parece dar las soluciones que necesitan los hogares españoles, fuertemente golpeados por la crisis internacional. Veamos algunas cifras.
El sur europeo, es sin dudas, el que más ha sufrido los embates de la crisis internacional. Bajo el término peyorativo de países PIGS (cerdos, en inglés) los economistas decidieron agrupar a las frágiles economías de Portugal, Italia, Grecia y España (Spain). Así las cosas, el último informe sobre la pobreza en el país ibérico, publicado por el diario El Mundo el 27 de mayo, reporta que uno de cada cinco españoles (20,4%) vive bajo el umbral oficial de pobreza, mientras que uno de cada cuatro menores de 16 años (26,7%) no ve satisfechas sus necesidades básicas.
Según el instituto de estadísticas español, INE, en 2013 los ingresos que marcan el umbral de pobreza de una persona se situó en 8.114 euros, y en 17.040 para los hogares compuestos por dos adultos y dos menores. La encuesta arroja otros numeros que ponen en evidencia el empeoramiento de las condiciones de vida en el país de Cervantes ya que el 16,9 % de los hogares llega a fin de mes con "mucha dificultad", mientras que el 41 % no tiene la capacidad de hacer frente a gastos fuera del presupuesto.
En este escenario de creciente precariedad y con un desempleo de los más altos del mundo (25%) el gobierno español salió días atrás a festejar un crecimiento de 0,4% en el primer trimestre del año. "Algo habremos hecho bien" afirmaba un orgulloso Mariano Rajoy en un meeting en Barcelona el pasado 17 de mayo. El optimismo que invadió la Moncloa (sede del gobierno) tras el desempeño económico del comienzo de año permitió al lider español subir la apuesta y asegurar que "Dejaremos un país infinitamente mejor que cuando llegamos".
Así las cosas, mientras los medios de comunicación se abarrotan de especialistas elogiando la trayectoria del Rey Juan Carlos, mientras los meetings políticos se adornan con pomposas frases exitistas augurando un futuro brillante, los españoles, en la calle, en el mundo real, siguen sufriendo, día a día, desilusionados hasta el hartazgo del modelo impuesto desde arriba, por la Casa de España, la Moncloa, Bruselas y Washington... y seguirán saliendo a la calle para gritar : "No a la monarquía, no al bipartidismo, no al status quo".-
[Fecha original de publicación 03-06-14]