El 21 de abril del 2015, el periodista y empresario Agustín Edwards, dueño de El Mercurio, es expulsado del Colegio de Periodistas de Chile por faltas graves a la ética durante el periodo de dictadura. Esta decisión, que fue largamente esperada por el periodismo de izquierda y las asociaciones de derechos humanos, representa una sentencia histórica : procesar civiles complices de violaciones a los derechos humanos que benefician aun de total impunidad en el país.
El Mercurio miente⃰
El año 2008, el director chileno Ignacio Agüero dirije el documental El Diario de Agustín. Le film denuncia los montajes hechos por el periodico derechista El Mercurio para desestabilizar el gobierno de Allende y posteriormente para ocultar o justificar la desaparición, tortura y muerte de chilenos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
El film registra audiovisualmente el proceso de tésis de titulación de estudiantes de periodismo de la Universidad de Chile que, guiados por una académica, investigan sobre el papel que juega El Mercurio durante los últimos años de la historia del pais y principalmente durante la dictadura.
A través de este material, Agüero cuestiona frontalmente la impunidad del periódico, ampliamente poderoso en la sociedad chilena, su implicación en las violaciones a los derechos humanos y la deliberada manipulación de la información que practicó, en complicidad con los aparatos represivos de la dictadura militar.
Los relatos mostrados en el documental (entrevistas, imágenes de archivo, entre otros) denuncian un diario golpista y antidemocrático que legitimó los crimenes y colaboró con la junta militar en la práctica de las desapariciones sistemáticas, llamando a la ciudadanía a « ubicar y detener » a los partidarios de Allende.
El documental, único en su temática, se convierte en una película incómoda que desafía los poderes fácticos que aún operan en un país donde la transición democrática ha sido insuficiente e insatisfactoria. Por esto nunca estuvo en las salas de cine en Chile.
El diario de Agustín se estrenó el 2008 en la apertura del Festival Internacional de Documentales de Santiago (FIDOCS) y el año 2010, el canal de televisión nacional (TVN) adquirió sus derechos de exhibición, que caducaron en 2013 sin que el canal transmitiera nunca el documental, que terminó guardado en las bodegas del canal. « Idéntica situación ocurrió con el canal de televisión por cable ARTV, lo que provocó la renuncia de la directora de la estación en 2013, Natalia Arcos, quien acusó el hecho como censura »[1]. Finalmente, el 5 de julio del 2014, a seis años de su estreno, el documental fue transmitido por TVN en el horario de trasnoche.
Sin embargo, el documental ha sido mostrado en conferencias internacionales de periodismo de investigación y en distintos festivales internacionales.
« Imprimiendo la historia »
El dueño del El Mercurio, denunciado en El diario de Agustín, se llama Agustín Edwards Eastman, y es el quinto miembro en llevar el mismo nombre de una de las familias con más influencia política y económica de la alta burguesía chilena. Entre las múltiples empresas y organizaciones de Agustin Edwars se encuentra un banco, una editorial, el principal periódico nacional (El Mercurio) así como otros 5 diarios nacionales y 20 regionales. Ademas, entre las funciones y actividades que desempeñó, estuvo la de ser el presidente de una universidad y presidente y fundador de « Paz Ciudadana ».
El diario de Agustín revela que, dias después que Allende triunfara en las elecciones presidenciales de 1970, Agustín Edwards viajó a Washington. Allí fue recibido por el presidente Richard Nixon, a quien solicitó la intervención para impedir que Allende asumiera o para derrocarlo si éste lograba iniciar su gobierno[2]. De esta forma, Edwars recibió más de un millón y medio de dolares de la CIA, con el objetivo de desestabilizar el gobierno de Allende a través de una operación communicacional. Así, el diario « asumío progresivamente un papel preponderante de intelectual orgánico, de organizador colectivo, jugando un rol central en la preparación de las condiciones para el golpe militar »[3].
Tras algunos años de « exilio » en Estados Unidos, Edwards volvió a Chile en 1975. A partir de ese momento, El Mercurio cumplió tuvo una activa partcipación en los montajes creados por el gobierno militar, junto a los servicios de inteligencia (DINA), para detener y asesinar a los disidentes y crear un clima de terror, silencio y legitimación de la dictadura. La prensa de Izquierda (Clarín, Puro Chile, El Siglo y Ultima Hora, que tenían más tiraje que los diarios de la cadena mercurial) habia sido clausurada y proscrita y los periodistas perseguidos. « La publicidad se canalizó hacia los diarios de Edwards y millones de dólares ingresaron a sus arcas ».
Edwars mantuvo siempre contacto con el dictador, con quien se reunía para conversar acerca de la situación del país.
El fallo
El 21 de abril del 2015, siete años después del estreno de El diario de Agustin, el Tribunal de Etica y Disciplina de Chile (TRED) comunica la expulsión de Agustin Edwars del Colegio de periodistas del país.
La decisión formaliza el rol de Edwars en la desestabilización de un gobierno democráticamente elejido a través de una campaña del terror, en los atentados a la libertad de expresión promovidos por el diario a partir del golpe de Estado de 1973, así como su complicidad en las violaciones a los derechos humanos durante este periódo.
Como bien nos dice uno de los testimonios que aparecen el El diario de Agustin, El Mercurio difundio sistematicamente una « información » que se hizo eco de una política represiva de carácter criminal.
Por muy inconcebible que parezca el hecho de que Edwars haya sido procesado mas de 40 años después de la dictadura, su expulsión definitiva representa un hito para el proceso « democrático » del país. Es posible comprender tanta impunidad sólo considerando el acuerdo « consensual » entre los gobiernos de la Concertación y los militares, que ha mantenido intocable no sólo el modelo neoliberal heredado de la dictadura sino también el silencio y la impunidad para los civiles que apoyaron la dictadura. Un sentimiento de justicia podría aflorar en nuestra desgastada espera, aún cuando la sanción sea únicamente moral.
Paula OROSTICA
⃰ En una de las imagenes dol documental podemos recordar la ocasion en la que los estudiantes de la Universidad Catolica de Santiago tendieron un lienzo proclamando « El Mercurio miente », en 1976.
[1] ¿Por qué “El Diario de Agustín” no puede exhibirse en la TV chilena ?, « The Clinic Online », Marzo, 2013.
⃰ « Cien años imprimiendo la historia”, Titular de « El Mercurio » , citado en El diario de Agustin, Chile, 2008.
[2] Memoria Viva, Proyecto Internacional de Derechos Humanos. http://www.memoriaviva.com/Complices/edwards_agustin_el_mercurio.htm
[3] « La espiral vuelve a casa », Armand Mattelart, publicado en « Le monde Diplomatique », septiembre 2013. En http://www.laizquierdadiario.com/La-expulsion-de-Agustin-Edwards-del-Colegio-de-Periodistas-Cronica-de-una-muerte-atrasada