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Billet de blog 28 avril 2015

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Festival Cinélatino, Rencontres de Toulouse - Cinémas d'Amérique latine

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Entrevista con Santiago Loza y Eduardo Crespo, por su pelicula « Si je suis perdu, c’est pas grave »

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© DR

Santiago Loza, es un director de cine argentino (La Paz, Los Labios), interpréte, productor, guionista, y desde hace algunos años uno de los dramaturgos mas prolíficos y personales del actual teatro argentino. El año 2013, el artista es invitado por la estructura Toulousaine « Les Chantiers Nomades » para dirijir un taller de actores. La « ciudad rosa » es testigo entonces de una singular historia de encuentros, que dan nacimiento a una película : Si je suis perdu, c’est pas grave. Este año, ella hace parte de la sección competición de la 27 edición de Cinelatino. El equipo de « La Película » conversa con el director y con Eduardo Crespo, fotografo y productor del film.

Por qué "Les chantiers Nomades" ? ¿Como surgio la idea de venir a Toulouse para trabajar con este grupo?

Santiago Loza : "Les chantiers Nomades" [Chantiers Nomades : Creaciones Nomadas] es un organismo que trabaja la formación actoral y que convoca directores de diferentes paises de la periféria que trabajen con actores que no tienen formación "clásica", que vengan de la performance o de la danza por ejemplo, para que vengan aquí a dar un taller.

En mi caso, les interesaba el hecho de que yo hago teatro ; entonces me propusieron hacer un workshop. Nuestra idea, (con Edu Crespo) fue de hacer un trabajo sobre las identidades de los actores y la intimidad. Hicimos diferentes ejercicios : por un lado sobre la biografía de cada actor y  por otro el comenzar a familiarizarlos con la cámara. Que estos actores lograran un vínculo con la cámara puesto que ellos no habían trabajado en cine; la idea era pensar juntos qué es lo « actoral », cuál es su contrucción. Los « Chantiers nomades » no piden un resultado sino más bien un registro de lo que ocurre. No hay necesidad de un trabajo final. Y entonces pasada la primera semana, nos dimos cuenta que queríamos hacer una película.

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Santiago Loza © Laura Morsch Kihn


¿Por qué el titulo Si je suis perdu, c’est pas grave ? ¿Por qué el « yo » ?

S. L. : Yo no hablo francés, tenía todo el tiempo una traductora. Yo trabajaba durante el día y en la noche me iba a escribir. Y Edu, que salía en las noches, no sabía como volverse…entonces me explicaron que si se perdía « ce pas grave », es decir, no era importante.

Esto también tenía relación con el hecho de que todos los que estabamos allí no eramos de Toulouse y nadie sabía como llegar a ningún lado. Entonces en el título hay un poco de la idea de la pérdida y de que esa pérdida es muy amable, no hay gravedad en ella. La pérdida siempre es percibida como algo terrible, pero en el ámbito de la exploración y la experimentación, ella no es un problema sino algo a favor; parte de la construcción. Siempre parece que el que está perdido está en problèmes y acá el problema más bien era si no nos perdíamos


Eduardo Crespo : ¡Esto sobretodo a la hora de hacer una película ! Cuando uno se pierde es cuando salen las mejores cosas…


S. L. : A mí me interesaba hacer esta película porque creo que el cine es algo tan controlado! desde el guión mismo… entonces descubrir que accidentalmente podía ocurrir una película para mí era algo liberador. Volver a reformular una idea de cine.


¿Perder el miedo de perderse ?

E. C. : Como ibamos haciéndo la película día a día, no sabíamos de antemano la escena que filmaríamos al otro dia. La incertidumbre de no saber hacia donde íbamos…


S. L. : Yo escribía todas las noches las escenas que trabajamos pero no sabíamos lo que pasaría al otro dia.También trabajabamos en la urgencia, teníamos 10 dias y después sabíamos que nos volvíamos. Ellos eran 12 actores y debía haber una cierta « democracia » entre los 12. Los actores debían ser parte y dueños de la película, entonces siempre había que equilibrar los vínculos de la película. Y ser francos con el hecho de que nosotros participabamos en la contrucción de la pelicula desde nuestro « ser extranjero », por eso lo de la voz en off.
Cuando regresamos a Argentina hubo un trabajo enorme de montaje.

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Eduardo Crespo © Laura Morsch Kihn


« La memoria contruye ficción, no tiene fidelidad con lo que ocurrió » es una frase que nos llama la atención en la película…

S. L. : La película, extrañamente, ha ido a parar a festivales de documentales. La toman como un documental, porque los límites entre la ficción y el documental son cada vez mas difusos y nuestra película tiene algo de híbrido. Siempre hay algo de contrucción en el recuerdo. Ahora mismo, cuando nosotros contamos la experiencia no es la experiencia sino una construcción. La ficción, que yo disfruto, es una especie de mentira que conlleva una verdad interna. El recuerdo esta armado de fabulas, de relatos. Nosotros hacemos un orden cronológique de nuestro pasado cuando el vivir, la existencia, se abre para todos lados, no tiene orden, no arma relato.

E. C. : Y también esta la idea de que se filtre el presente en lo que sucede ahí, dentro de esta contrucción.


El cine, el teatro y lo educativo son una inspiración para tu pelicula,  pocas veces podemos tener ese proceso de transmisión….hablastes de incluir el mekking off dentro de la película…

S. L. :
Eso fue un ejercicio de la primera semana y los primeros planos quedaron en la película como elección de la montajista, que encontró que en esas primeras tomas había algo muy conmvedor. Filmar rostros que todavía no estaban preparados para la ficción.

E. C. : Aún ni nosotros ni los actores sabíamos que haríamos una película con todo eso.


¿Crees que hay diferencias para tratar  la intimidad, lo íntimo entre los actores europeos y los latinos?


S. L. :
Es muy difícil la experiencia de tener gente que no se conoce, todo el tiempo juntos durante 3 semanas en un espacio cerrado, lejos de su cotidiano. El trabajo se hizo en relación a lo que ellos traían, al equipo de viaje, los elementos mínimos que traían en el bolso, algo de la idea del viajero. Eso hacía que te aferraras a un pasado, a un espacio previo. El viajero es alguien que está de paso, un tanto desarraigado, y esa situación es particular. Esto hizo inevitable que se establecieran vínculos muy fuertes con el otro….En general lo que uno busca de los actores es que sean buenos interlocutores…

E. C. : Al principio dudaban sí estabamos gravando o no… era una forma nueva de trabajo, con ese tipo de intímidad y el material biográfico

S. L. : El cine tiene una carga de veracidad. Da cierto vértigo trabajar sobre lo que tenemos y lo lo que somos. A mí me interesa el cine que trabaja con lo que es, con lo que hay.

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© DR


Nos gustaría que nos hablaras de la relación entre tu película y el público… cuando la película está terminada es como si cada persona pudiera  encontrar « su » propia película, puesto  que ella habla mucho de nuestras emociones …

S. L. : Quizás esto es porque la película es también un tributo a la ciudad, habla de un Tolulouse imaginario.Uno no puede satisfacer a cada uno con el Toulouse que han contruido. Se trata de una ciudad imaginaria, creada con lo que cada actor va contando. El cine que ahí aparece es un cine sobre cuerpos, sobre rostros pero también sobre espacios


¿El montaje podría ser también el  proceso de escribir una historia ?

S. L. : Yo trabajo desde hace muchos años con Lorena, que es mi montajista y mejor amiga ; nos conocemos mucho. El montaje es el momento donde se vuelve a estructurar el guión, a pensar su estructura. Uno como director tiene una relación bastante compleja con lo que ha hecho, y el montajista tiene una mirada distante porque no estuvo dentro del proceso. Entonces el montaje es el lugar donde se vuelve a escribe el guión.


Tu cine es exigente, ¿como lo recibe el publico en Argentina ? 


S. L. : Mis películas no son populares. La Paz tuvo una salida comercial, pero en general se trata de películas que se instalan y que con el tiempo la gente termina viendo, de manera clandestina. No son películas con apoyo de televisoras, sino con una exhibición pequeña y que luego  con el tiempo se van viendo.

¿En qué va el movimiento del « nuevo cine argentino » ? ¿En qué estan estos directores ?

S. L. : En Argentina hubo un movimiento fuerte en los años 90, lo que resultaba lógico después del corte generacional tras la dictadura. Entonces aparecieron muchas escuelas de cine y gente que comenzó a filmar. Eso se ve desde el exterior como un movimiento de cine, y de ello quedan directores que ahora tienen más de 40 años, que ya no son jóvenes. Yo creo que se trata de un « movimiento » mas focalizado desde el exterior. Al interior del pais hay algo muy ecléctico. Hoy ya no es una novedad que se filme en Argentina y tampoco hay un cambio generacional muy marcado.

E. C. : También es la forma como los directores de este movimiento pensaron hacer sus películas y como se hacen ahora. Desde dónde se piensa ahora. Antes se trataba de un proyecto grande… Hoy se puede filmar de manera más facil, filmar y equivocarse ;  antes no te podías equivocar.

S. L. : Además, siempre es difícil pensar desde el presente… y también desde Toulouse. Este festival ha sido muy importante para entender el cine y las dinámicas latinoamericanas, mucho más que desde allá mismo…

Entrevista realizada por Marie-Françoise Govin, Cédric Lépine y Paula Orostica

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