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Billet de blog 1 mai 2015

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LAS AGENCIAS CIVILES DE SEGURIDAD DE LA COMUNIDAD DE INTELIGENCIA NACIONAL Y CONTRAINTELIGENCIA

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LAS AGENCIAS CIVILES DE SEGURIDAD DE LA COMUNIDAD DE INTELIGENCIA NACIONAL Y CONTRAINTELIGENCIA

por Ernesto Carmona
Booz Allen Hamilton, del grupo Carlysle (donde invertía la familia Ben Laden)
Esta empresa contratista, donde hasta mayo 2013 trabajaba asignado a la NSA en Hawai el ahora célebre Edward Snowden, tiene como vicepresidente a Mike McConnell, vice almirante retirado de la inteligencia naval en 1996, quien fue Director Nacional de Inteligencia de 2007 a 2009, bajo los gobiernos de Bush y Obama, pero antes tuvo papeles relevantes en inteligencia con George W. Bush (padre) y Bill Clinton.
La empresa con 100.000 empleados salió a la luz en las revelaciones de Snowden por los servicios que presta a la NSA y, como acertadamente dijo Alex Kane de AlterNet, "la compañía es también el símbolo luminoso de la puerta giratoria entre el complejo de seguridad privada y el gobierno" porque el actual Director de Inteligencia Nacional, el teniente general retirado de la fuerza aérea James R. Clapper… es otro ex empleado de Booz Allen Hamilton, subsidiaria del Grupo Carlysle, donde tuvo inversiones la familia saudita Ben Laden, asociada en negocios con los mismísimos georges W. Bush (padre e hijo).
A despecho de las revelaciones de Snowden, Booz Allen Hamilton continúa lucrando con el gobierno: en el último año fiscal cobró 1.300 millones de dólares por trabajos de inteligencia, sobre un total de más de $ 5.000 millones. En enero 2013 obtuvo otro contrato con el departamento de Defensa para proveer servicios de inteligencia por un valor de hasta $ 5.600 millones de dólares.

Science Applications International Corporation (SAIC)
John P. Jumper, ex general de la fuerza aérea, es el director general de Science Applications International Corporation (SAIC), que desde septiembre 2013 se llama Leidos. Considerada la principal proveedora militar, de inteligencia, aeroespacial e ingeniería y sistemas, tuvo en su directorio a Robert Gates, ministro de Defensa de George W. Bush (hijo) y Obama.
Entre sus clientes figuran la NSA, los ministerios de Seguridad Nacional y Defensa, la llamada comunidad de inteligencia de EEUU y otras agencias civiles del gobierno. Al refundarse tenía 40 mil empleados, pero mantiene contratos SAIC -ahora una empresa subsidiaria- por 4.000 millones de dólares. En el año fiscal 2013 reportó 11,17 mil millones de dólares de ingresos y 525 millones de ganancias netas. Proyecta hacerse de 7 mil millones en 2014 con 23.000 empleados, casi la mitad de su planta anterior.
Su misión es ayudar al gobierno -y a otros- a la “lucha CT”. Por tal motivo, elaboró un "Manual de Protección del Terrorismo", desarrollado para combatir la "amenaza terrorista nacional de hoy y poner en marcha mejores prácticas en seguridad recomendadas".

Centro de Estudios de Seguridad y Contrainteligencia
Está es una fábrica de expertos autoproclamados en el Islam que comercializa análisis supuestamente destinados a acorazar ideológicamente a las agencias federales, estatales y a la policía local ante la amenaza islámica. Ésta y otras empresas se han beneficiado de la "guerra contra el terror" financiada por el ministerio de Seguridad Nacional a través del Programa de Seguridad Interior del Estado y la Iniciativa de Seguridad de Áreas Urbanas.
El gobierno federal ha repartido miles de millones de dólares para que estas empresas lucren proporcionando capacitación islamofóbica, tarea principal del llamado Centro de Estudios de Seguridad y Contrainteligencia, cuyo personal está integrado por ex miembros del FBI, la CIA y el ministerio de Defensa. La “teoría” islamofóbica esencial presenta al “islam radical como una nueva amenaza ideológica mundial, comparable a la vieja amenaza comunista de la Unión Soviética", tal como señaló en 2011 Political Research Associates (PRA), en un informe sobre las empresas privadas que entrenan en lucha contra el terrorismo.
Este centro dice haber preparado a 67.000 personas en una década. Según PRA, por un curso de 5 días para empleados del gobierno, titulado "Amenaza Global de la Doctrina Yihjadista", cobra 39.280 dólares. La clase para 30 personas "Muriendo para matarnos: entendiendo el sentido de operaciones suicidas" cuesta 7.856 dólares. Un curso de tres días para 30 personas sobre "Desarrollo de informantes para agentes de la ley en lucha contra el terrorismo" tiene un precio de 23.568 dólares.

Security Solutions International (SSI)
Ésta es otra empresa privada que vende entrenamiento anti-musulmán a la policía. Fundada en Miami en 2004, utiliza conexiones de seguridad israelíes para promover su posición de mercado, en sus cursos utiliza entrenadores de seguridad israelíes y su presidente, Henry Morgenstern, tiene doble nacionalidad israelí-estadounidense. SSI asegura que "desarrolló excelentes contactos de alto nivel con el establecimiento de seguridad [en Israel]” para convertirse en líder en la formación para la lucha contra el terrorismo y temas afines.
La compañía ha formado al personal de más de 700 agencias de la ley desde 2004 cobrando un promedio de 400 dólares por alumno. Un instructor experto suele mostrar el video de la decapitación terrorista de un rehén para que los alumnos comprendan mejor el vínculo entre la religión islámica y el terrorismo, según explican sus altos ejecutivos. Además de explotar la "industria de la islamofobia", SSI también hace dinero con 15.000 suscriptores de su revista Antiterrorista, cuya venta se promociona a 35 dólares la suscripción.
Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno.

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