(traduccion : María Piedad Ossaba - http://www.tlaxcala-int.org/article.asp?reference=16684)
Decidiendo anular arbitrariamente las movilizaciones previstas del 29 de noviembre y el 12 de diciembre, y hacerlo sin negociación verdadera con las ONG, las asociaciones y sindicatos que las preparan desde hace más de dos años, el gobierno francés acaba de pisotear las libertades de expresión y de manifestación. Evidentemente, la situación es grave y nadie lo niega. Pero aquellos y aquellas que están « dispuestos a abandonar una libertad fundamental, para obtener temporalmente un poco de seguridad no merecen ni la libertad ni la seguridad», decía Benjamin Franklin. Libertad y seguridad van de la mano, como lo probaron los procesos históricos de emancipación y de democratización, en tanto que « derechos naturales e imprescriptibles » (Declaración de derechos del hombre y del ciudadano).
Durante la COP21, se manifestará en todas partes, excepto en París
Solo podemos «lamentar que no se hubiera encontrado ninguna alternativa para permitir nuestras movilizaciones », declara la Coalición Clima 21, recordando que millares de iniciativas serán organizadas en los cuatro rincones del planeta el 28 y el 29 de noviembre, así como a lo largo de la COP21 hasta el 12 de diciembre. Durante la COP21 se manifestará en todas partes, excepto en Paris. Es el colmo. Por estos graves atentados a las libertades públicas, el gobierno francés cede al terror que quiere imponer Daesh y acepta que el terror guie las decisiones públicas y se propague a la población. Allí donde se debería acompañar la respuesta policial por más democracia, más apertura y más tolerancia, el gobierno francés responde por la guerra sin límite y la restricción de las libertades.

Damos la bienvenida a aquellos que vienen a defender el Planeta
No cedamos. Rechacemos este estado de guerra permanente
Afirmemos sin desfallecer nuestra determinación a seguir circulando, trabajando, divirtiéndonos, reuniéndonos. Y a luchar libremente. Nuestro derecho es poder luchar libremente « contra este mundo en descomposición» e imponer nuestras alternativas. Estas alternativas globales que transferimos como tantas exigencias a los gobiernos y estas alternativas locales que estamos experimentando tanto en el Sur como en el Norte, en nuestros barrios como en nuestras campos, mediante nuestras propias experiencias y las que compartimos con nuestros vecinos, nuestros amigos y colegas. El estado de guerra permanente es, lo sabemos por experiencia, una postura que involucra al mundo entero en una espiral de destrucción mortal.

"Sabemos por experiencia que declarar la guerra contra el terrorismo es un gesto inútil que lleva al mundo en una espiral descendente de destrucción"
Los Veteranos de Irak contra la guerra
¡No aceptemos la arbitrariedad injustificada!
El gobierno prohíbe las marchas ciudadanas, le prohíbe a los Restos du cœur* (los Restaurantes del corazón) proseguir su distribución de comida caliente... pero autoriza los mercados de Navidad. El gobierno aprovecha la situación para prohibir manifestaciones y movilizaciones ciudadanas reivindicativas, pero permite actividades lucrativas al aire libre extremamente difíciles de hacer seguras. Estas elecciones no son técnicas, no están vinculadas a exigencias de seguridad pública que son aplicadas de manera indiscriminada, pero si a elecciones políticas claramente asumidas. Las manifestaciones están prohibidas, sin embargo el gobierno se apresuró a aclarar (y a comunicar) que el espacio Génération Climat que, al margen de la COP21 en el Bourget, debe acoger toda una serie de iniciativas, comenzando por las de las de empresas privadas, se mantienen.


La emergencia climática ya no necesita demostrarse
La emergenciaclimática no desaparecerá como por encanto. Tampoco a través de un COP21 con ambiciones terriblemente limitadas, atrincheradas tras alambradas y fuerzas armadas. Según la Agencia americana oceánica y atmosférica (NOAA), de los diez meses más calientes registrados desde 1880, siete pertenecen al año 2015. La emergencia climática ya no necesita demostrarse. Sin embargo, los Estados fingen. Un nuevo record mundial de emisiones de gas de efecto invernadero fue alcanzado en 2014. A pesar de ello, la COP21 va a ratificar las decisiones que conducen a un aumento de más del 10% de las emisiones de GEI de aquí a 2030, planificando un nuevo récord cada año durante quince años. ¿Resultado? Un calentamiento global superior a 3°C (véase nuestros análisis aquí y aquí )
Hacia nuevos crímenes climáticos
Es con pleno conocimiento de causa que los jefes de estado y de gobierno del planeta preparan nuevos crímenes climáticos. ¿Un crimen? Sí, un crimen. El término no es desplazado. Es completamente adaptado, incluso después de los terribles atentados que acaban de golpear Beirut, Paris y muchos otros lugares. Es legítimo hablar de crímenes climáticos para caracterizar el conjunto de estas políticas y decisiones de los estados que atentan contra el bienestar colectivo de la sociedad: 3 ° C de calentamiento no es un planeta habitable. Es un planeta donde los desequilibrios geopolíticos desestabilizarán nuestras sociedades, donde cientos de millones de personas no podrán alimentarse correctamente, desplazarse para satisfacer sus necesidades, salir de la pobreza o simplemente sobrevivir. Un crimen, de cualquier otra naturaleza, muy diferente al de los atentados terroristas, pero un crimen debidamente documentado y catalogado y que sería posible evitar (leer y firmar el llamamiento Paremos los crímenes climáticosy el libro que lo acompaña).
Estado de emergencia climático
En el caso de que un peligro público excepcional amenaza la existencia de un Estado, de una población, entonces los Estados cuya Constitución lo permite, pueden decretar el estado de emergencia. El calentamiento climático es un peligro público de una excepcional gravedad que amenaza la misma perennidad de las condiciones de existencia sobre un planeta habitable. Puesto que los Estados y las instituciones internacionales son reacios a evaluar la magnitud de la gravedad de la situación, es a nosotros, ciudadanas y ciudadanos del mundo entero, sinceros en nuestros compromisos contra el calentamiento climático, de decretar un estado de emergencia climática y tomar las medidas que se imponen. Las medidas que podemos imponer a través de nuestras movilizaciones. ¡No es pidiendo permiso que se escribe la historia!

"Nunca se empieza a hacer historia pidiendo permiso"
Estado de necesidad
El estado de necesidad es una noción que consiste en autorizar una acción ilegal para impedir la realización de un daño más grave. Precisamente es la situación en la cual nos encontramos en materia de lucha contra los desarreglos climáticos. Para impedir nuevos crímenes climáticos, cuando los Estados y los gobiernos están en descomposición (son deficientes) y que el gobierno francés nos prohíbe manifestar, solo tenemos la alternativa de invocar el estado de necesidad y pasar a la acción. Que sean legales o ilegales, aceptadas o rechazadas por gobiernos incapaces de luchar eficazmente contra los desarreglos (las alteraciones) climáticos, nuestras acciones deben ser determinadas y continuas. Es el estado de necesidad que les da fundamento jurídico y que legitima la conveniencia (oportunidad) política. Desobedecer se ha convertido en una necesidad. Para preservar la democracia y el planeta.

¡Hay que reaccionar! ¡Golpear fuerte!
¡Dotémonos de los medios ¡ A reforzar las leyes!
¡Aumentar la vigilancia! ¡Golpear a los terroristas!
Y si aprovechamos para comenzar de nuevo… … Si presentamos alternativas para vivir diferente, producir diferente, prestar atención al clima, luchar por la justicia social… … porque es un todo… Todo está conectado
Si si ... ¡Vamos a golpear los terroristas!!
Más allá de las palabras
No son dos manifestaciones prohibidas que van a debilitar nuestra determinación y el poderoso movimiento por la justicia climática que se organiza y se refuerza.
¿Qué podemos hacer concretamente?
- Llamar a manifestar dónde sea posible y transformar las manifestaciones descentralizadas en Francia y en el mundo en una poderosa movilización internacional anclada en los territorios;
- La prefectura prohíbe por decreto «las manifestaciones (festivas y reivindicativas) en la vía pública»; esto probablemente deberá ser verificado, pero el conjunto de los espacios que requieren cruzar una barrera (puerta, reja, acceso, etc.), como por ejemplo los centros comerciales, no serían cubiertos por el decreto; ¿ocupar un mismo día, las cuatro esquinas del país (y más?) una serie de centros comerciales (es solo una idea, quizás no la mejor), empresas privadas o bancos para denunciar (y bloquear) sus inaceptables prácticas en materia de calentamiento climático, nos puede conducir a abrir durante la COP21 las movilizaciones que podríamos proseguir en 2016; ¿el comunicado de Laurent Fabius dice que «la totalidad de las manifestaciones organizadas en los espacios cerrados y fácilmente asegurables serán mantenidas» ¿?
¡Adelante, lacémonos a los centros comerciales (o los mercados de Navidad que son autorizados)…!
- Deberá hacerse lo mismo en los transportes colectivos; organizar acciones dirigidas para que los transporte sean gratuitos liberando el acceso a estos servicios esenciales de la transición energética, se puede organizar en una misma jornada, una manifestación festiva e informativa descentralizada en todos los transportes ferroviarios de la Isla de Francia (y en otros lugares), para intercambiar con la población, esto debería poder organizarse sin caer en el ámbito del decreto prefectoral;
- Apoyar y amplificar la acción de aquellas y aquellos que ya eligieron desobedecer el decreto prefectoral, como el convoyo de Notre-Dame des Landes, que decidió confirmar su salida para París este 21 de noviembre;
- El Gobierno ha decidido mantener el Espace Génération climat en el Bourget, que va (especialmente) acoger las iniciativas y presentaciones de las empresas multinacionales; es un espacio que se pretende dedicado a la «sociedad civil»: ¿por qué no ocuparlo, de manera permanente y desobediente, impidiéndole al mismo tiempo a todos los portadores de propuestas inaceptables (biotecnologías, geo-ingeniería, business as usual, etc.) de mantener sus iniciativas?
- Apoyar al conjunto de las ONG, asociaciones y sindicatos, que disponen de una acreditación para participar en las negociaciones, de hacer todo lo posible para hacer oír sus voces, incluso provocar una crisis dentro de las negociaciones; en 2013, durante la COP19 de Varsovia, el conjunto de las ONG, asociaciones y sindicatos habían abandonado las negociaciones para denunciar la inercia de las negociaciones (ver aqui); ¿por qué no podría hacerse lo mismo en Paris ya que fundamentalmente nada ha cambiado?
- …
Nuestra imaginación puede ser ilimitada.
Aprovechemos esta prohibición de las manifestaciones del 29 de noviembre y el 12 de diciembre para ser súper creativos y súper inventivos. Estamos en las disposiciones mentales (fatiga, estrés, desánimo y desilusión...) para inventar nuevas prácticas, dotarnos de nuevos objetivos. A condición de mantener las ambiciones a la altura de los desafíos. Hay creatividad y creatividad. No nos contentemos con iniciativas simbólicas
El estado de emergencia climático requiere rupturas, no iniciativas anecdóticas o irrisorias. No de ir al remolque de Estados y de gobiernos fallidos.
Estemos a la altura de los desafíos a los que hacemos frente.
Disponemos de los medios
Depende de nosotros